Eugene Philalithis, gestor de Fidelity Worldwide Investment, explica las características que debe tener una buena estrategia multiactivos de generación de rentas y qué aspectos debe evitar el gestor.
En un entorno en el que los tipos de interés siguen en mínimos, la inflación también permanece por debajo del objetivo del BCE y los tipos de los depósitos han descendido, ¿qué alternativas tiene el ahorrador? Éste es el punto de partida para el análisis de Eugene Philalithis, gestor principal de los fondos multiactivos de reparto de Fidelity Worldwide Investment, miembro desde 2007 del área de Fidelity Solutions y responsable del equipo de análisis de renta fija e inversiones alternativas.
El experto empieza con una constatación que a priori puede parecer obvia: "Aunque existe una amplia gama de alternativas con mayores rendimientos para los inversores que buscan rentas, todas tienen sus desventajas propias". Pone como ejemplo la comparación clásica entre rentabilidad por dividendo media de un mercado frente a su deuda soberana de diferencia; aunque los rendimientos de las acciones sean más atractivos, el inversor no debe olvidar que la renta variable es muy más volátil.
"La realidad es que las clases de activos con mayores rendimientos requieren inevitablemente asumir más riesgo. Además, invertir buscando rentas en una única clase de activo es un enfoque proclive a la incertidumbre y a las crisis de mercado", observa Philalithis. Por ello, considera que un enfoque multiactivo que permita la generación de rentas periódicas de forma estable puede ser una buena solución intermedia. "Un enfoque multiactivos internacional a la hora de invertir en busca de rentas significa que los inversores pueden beneficiarse de un planteamiento flexible e invertir en una amplia gama de activos que generen rentas en diferentes regiones", amplía. El responsable de Fidelity añade que este enfoque tiene la ventaja añadida de que se cuenta con mayor flexibilidad para adaptar la asignación de activos en función del momento que atraviesen los mercados.
Por supuesto, no todas las estrategias de multiactivos dirigidas a la generación de rentas son efectivas. Philalithis también advierte de los peligros que conllevan. Para él, uno de estos riesgos consiste en centrarse en un objetivo concreto de rentabilidad: "Acabamos teniendo grandes exposiciones a los bonos de alto rendimiento y las acciones, que introducen un mayor grado de volatilidad". Se puede pecar tanto por exceso como por defecto: el experto observa que también entraña peligros buscar volatilidades bajas, pues se termina con una gran exposición a los bonos corporativos de alta calidad crediticia, sacrificando parte del rendimiento en aras de la protección del capital.
"Resulta interesante constatar que en una cartera equiponderada que invierta en bonos de alta calidad crediticia, bonos de alto rendimiento y acciones, alrededor del 60% de la varianza total de la cartera sería atribuible al componente de renta variable", señala el experto. Esto le lleva a concluir que pese a que el universo de activos que generan rentas es amplio, todos llevan parejas una serie de desventajas que pueden variar en función del ciclo económico. Philalithis constata que "cuando se diseñan carteras multiactivo de reparto, el objetivo clave es equilibrar la generación de rentas con los diferentes factores de riesgo, sin dejar de prestar atención a los costes y la liquidez".
Por ello, su solución consiste en una asignación de activos internacionales bien diversificada, vigilando las correlaciones entre los activos seleccionados para la cartera y con flexibilidad para ajustar tácticamente las ponderaciones y así adaptarse a los distintos momentos de mercado. Philalithis también hace hincapié en la necesidad de vigilar la inflación: "Erosiona el valor real de los activos y siempre se debería tener en cuenta a la hora de invertir pensando en rentas, incluidos los enfoques multiactivos".
El experto recomienda fijarse en activos con un componente de protección de la inflación, que permitan incrementar los pagos que ofrecen de forma fiable o abonar rentas que estén ligadas directamente al coste de la vida. "Por ejemplo, está ampliamente contrastado que los inmuebles, los alquileres de edificios terciarios, los fondos inmobiliarios cotizados y los proyectos de infraestructuras encierran un elemento de protección contra la inflación en sus flujos de renta" y, además, tienen una correlación baja con acciones y bonos, "con lo que podrían mejorar la diversificación de las carteras multiactivos".