De visita en España, el que es uno de los gestores de renta variable emergente más reconocidos de la industria revela su visión del mercado, explica los factores a tener en cuenta y destripa la estrategia que sigue en el Aberdeen Global Emerging Markets.
No es fácil ver a Devan Kaloo de visita en España. El tiempo que el gestor del Aberdeen Global Emerging Markets Equity y del Aberdeen Latin America Equity Fund no está gestionando, lo pasa viajando a países en los que considera puede encontrar una buena oportunidad de inversión. Su objetivo: entender en profundidad el modelo de negocio de la compañía y, lo que para él es todavía más importante, conocer al equipo directivo. “Cuando inviertes en mercados emergentes, averiguar la reputación de los responsables que están detrás de los negocios es un aspecto fundamental”, asegura.
Tras una presentación a clientes un día antes de participar en la III Conferencia anual organizada por Morningstar en Madrid, el gestor destaca la importancia de conocer a las compañías ‘in situ’, más aún teniendo en cuenta que su estrategia pasa por una cartera concentrada, compuesta actualmente por 51 valores, en la que “un fallo se dejaría sentir en términos de rentabilidad”. Kaloo señala que la relación que mantiene con las empresas en las que está invertido es muy estrecha. “En algunas ocasiones, nos hemos encontrado solos en las juntas de accionistas: allí estaban los miembros del consejo de la empresa, los abogados y… nosotros. Nadie más”.
“Participamos en la vida de la compañía, creando una relación de largo plazo con la empresa. Somos activos no activistas. No nos caracterizamos por quejarnos cuando los resultados de un trimestre no acompañan; somos de los que les aconsejamos sobre cómo se puede mejorar. Esto ha hecho que las empresas nos vean como un accionista comprometido y de largo plazo”. Kaloo reconoce que, en algunos casos, la relación es muy fluida. En otros, sin embargo, se hace más complicada. Este es el caso, por ejemplo, de las empresas rusas de gas y petróleo. En su opinión, el conflicto que Rusia mantiene actualmente con Ucrania y buena parte de la comunidad internacional tendría un gran beneficiario: China.
“Rusia y China llevan más de cinco años negociando un contrato de suministro en el que el problema es el precio. Con este conflicto, Rusia pierde gran capacidad de negociación, además de tener más necesidad de obtener fuentes adicionales de ingresos”. Cada país tiene su idiosincrasia y aspectos que se deben tener muy en cuenta. En el caso de China, por ejemplo, esto es muy evidente. “En 2013 la forma en la que los gestores de renta variable emergente consiguieron batir al mercado fue o invirtiendo parte de la cartera en mercados desarrollados o entrando en empresas chinas de internet, las cuales presentan riesgos muy elevados”.
Tal y como explica Kaloo, por ser considerado, junto con defensa, un sector estratégico, en China no está permitida la inversión directa en las compañías a los inversores extranjeros. La única manera de acceder es vía un SPV domiciliado en paraísos fiscales mediante el cual se pierde cualquier derecho de voto y participación en la toma de decisiones. El contrato se firma con un inversor local, el cual está regulado por la corte china. “¿De verdad el inversor está seguro de lo que está comprando y de la protección que tiene?, se pregunta el gestor. La regulación va por detrás del desarrollo de estas compañías”.
Qué ha fallado y cómo ha reaccionado Kaloo
En los 20 años de historia de Devan Kaloo como gestor de emergentes, y tras ocho crisis en estos mercados, una de las lecciones más importantes que ha aprendido el equipo de Aberdeen es que lo importante son las empresas. “Nosotros buscamos aquellas compañías que, por su modelo de negocio, sean capaces de sobrevivir e incluso salir fortalecidas en periodos de dificultades. Invertimos en las grandes supervivientes fijándonos en tres factores: sólidos fundamentales, calidad del equipo directivo y precio”. Kaloo asegura que esta estrategia da resultados muy positivos a largo plazo, aunque existan momentos a corto en los que no funcione. En este sentido, según datos de Morningstar, en el último año la rentabilidad del fondo ha sido del -11,3%, 4,7 puntos por debajo del índice de refernecia. A cinco años, sin embargo, la rentabilidad anualizada ha sido del 13,9%, 4,4 puntos más que el benchmark. El fondo cuenta con cinco estrellas por parte de Morningstar.
“De los 15 años de track record del Aberdeen Global Emerging Markets, sólo en tres hemos tenido rentabilidades inferiores al índice, y siempre ha sido porque detrás de la evolución del mercado había un tema macro, ignorando la calidad de las compañías”. Sucedió en 2001, en 2007 y en 2013, año este último en el que el mercado se obsesionó en el país que iba a ser el mayor perjudicado por el tapering sin que importase la calidad de las empresas cotizadas en el mismo. “Estos periodos de rentabilidad inferior son consistentes con nuestro proceso de inversión, el cual no ha cambiado desde 1983, año de fundación de Aberdeen”.
A su juicio, cambiar la estrategia hubiese sido un error. De hecho, lejos de hacer una remodelación de la cartera, los retoques realizados fueron mínimos, como demuestra el hecho de que la rotación sea muy baja (del oren del 30%).“Cuando el precio de las acciones de una compañía en la que crees caen, no lo dudamos: compramos más. Nosotros es lo que hemos hecho, ya que creemos en nuestra cartera”. Kaloo ve la volatilidad como una oportunidad. En este sentido, el experto cree que ésta se mantendrá a medio plazo. Entre las características del fondo está el hecho de no cubrir la divisa, al entender que el coste de hacerlo es demasiado elevado, el tener un tracking error del 6% y apostar por una cartera con beta inferior a uno.
¿En qué punto estamos?
Kaloo considera que lo sucedido en 2013 en los mercados emergentes no puede asimilarse a la situación vivida en 1997 (déficits por cuenta corriente, salidas de flujos, aumento de deuda….) y que 2014 sea un año de colapso similar a 1998. “En 1997, la mayor parte de economías emergentes tenían tipos de cambio fijos. Hoy, tan sólo China, Argentina y Kazajstán los tienen. Por otro lado, el volumen de deuda externa como porcentaje del PIB ha disminuido (lo cual no significa que la deuda no haya subido, sino que también han subido los activos); en los diferentes procesos electorales no se habla de medidas populistas, sino de reformas ortodoxas que garanticen la senda del crecimiento”. Además, Kaloo espera ver para finales de año bajadas de tipos cuando las divisas se estabilicen. No obstante, el mundo emergente es muy heterogéneo y hay que ir país por país. En China, por ejemplo, país que considera clave, descarta que estemos ante un colapso del sistema financiero, aunque sí espera un deterioro de la deuda.
Pese a todo ello, la gran pregunta que se hace el inversor es cuándo subirán los mercados emergentes. El gestor considera que la clave estará en la rentabilidad de las empresas. “Es nuestra principal preocupación. Creemos que hasta que no se vea recuperación en los beneficios de las compañías, no se producirá una puesta en precio de los emergentes frente a los mercados desarrollados. La buena noticia es que los resultados del primer trimestre han comenzado a mostrar mejores ROE y márgenes operativos. Consideramos que la mejora definitiva de los mismos vendrá en la segunda mitad de año”. Aunque su proceso de inversión no pasa por invertir en países sino en compañías, si tuviese que elegir una región ésta sería, sin duda, Latinoamérica.