El banco espera que la economía europea tenga un crecimiento superior al de EE.UU. el próximo año.
La inflación es la clave. Deutsche Bank sabe que el aumento de precios marcará el rumbo del próximo año. La entidad no espera que la inflación vuelva a niveles prepandemia porque hay factores estructurales que implican un cambio.
“Como consecuencia de la pandemia, muchas empresas se están planteando si mantener la deslocalización de la producción, que implica un aumento de costes”, señala Rosa Duce, economista jefe de Deutsche Bank España. “Estamos en un mundo donde la globalización empieza a perder peso”, añade.
Sin embargo, señala que el efecto base para los próximos dos años va estar ahí. “En 2022 puede seguir subiendo, pero tendría que bajar en 2023”, contextualiza Duce, quien apunta como a los bancos centrales les preocupa que el efecto temporal se convierta en permanente. “Como los bancos centrales se equivoquen todo cae, tendrían que actuar más deprisa”, afirma.
El banco alemán solo esperamos una subida de tipos en EE.UU. hasta el cuarto trimestre de 2022, después de que la Reserva Federal finalice su programa de compra de deuda en verano. A nivel general, destaca que no ahora no es momento de tomar decisiones sobre políticas monetarias. En el caso de Europa, considera que cualquier error del Banco Central Europeo nos llevaría a un escenario muy negativo.
Por primera vez en mucho tiempo esperan que la economía europea tenga un crecimiento superior al de EE.UU. el próximo año (se espera que la Eurozona crezca un 4,6% frente al 4% de EE.UU.) gracias al fuerte impulso fiscal y a la progresiva eliminación de los cuellos de botella del sector industrial a partir de mediados de año.
En cuanto a ideas de inversión, descartan la renta fija soberana en países desarrollados y el investment grade. “Los rendimientos son verdaderamente bajos y hay ventas masivas cada vez que hay rumores sobre subidas de tipos”, apunta Diego Jiménez-Albarracín, responsable de Renta Variable del Centro de Inversiones de Deutsche Bank España. Apuestan por vencimientos cortos, por deuda emergente en divisa fuerte, especialmente en Asía Pacífico, y por oportunidades selectivas en high yield.
En renta variable, Jiménez-Albarracín esperan que el crecimiento continuo de las ganancias impulse los mercados de renta variable, ya que la fuerte demanda permitirá a las empresas superar la inflación. “Los márgenes empresariales deberían demostrar ser resistentes en EE.UU. e incluso podría expandirse en Europa”, contextualizan. Para el S&P 500 y Eurostoxx 50 pronosticas subidas de en torno al 10%.
En Europa se decantan por sectores cíclicos como el financiero e industrial y en EE.UU. por tecnología y empresas relacionadas con el sector salud.
Para España, Deutsche Bank prevé un crecimiento cercano 5% para la economía española en 2021 y un avance del PIB del 6,3% para el año 2022, gracias a un mayor impulso del consumo y la inversión ligada a la llegada de los fondos europeos Next Generation.