José Luis Escriva, ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones del Gobierno de España, subraya en la comisión del Pacto de Toledo la necesidad de renovar el pacto 25 años después de su firma para generar certidumbre, garantizar el poder adquisitivo de las pensiones en un marco estable y desplegar herramientas que garanticen sus sostenibilidad en el medio plazo.
Para el ministro, “el borrador del Pacto de Toledo de 2019 es un buen punto de partida para afrontar los retos del sistema”. Según Escriva, el diagnóstico de la situación está claro. Sin embargo, “el Ministerio se compromete con la Comisión a complementarlo con los elementos que sean necesarios”.
“Es perentorio tomar la iniciativa legislativa porque eliminar la incertidumbre es urgente. Esta afectando de manera negativa a pensionistas actuales y futuros”, añade.
Incentivos fiscales
En materia de previsión social complementaria, una de las áreas que persiguen desarrollar, la novedad ha sido que el ministro ha confirmado que trasladarán progresivamente los beneficios fiscales de los planes individuales a los planes de empleo, procedentes de la negociación colectiva. Una medida que busca beneficiar a las rentas medias y bajas, destaca Escriva.
En este sentido, el ministro ha comparado las rentabilidades de unos y otros, resaltando los mejores resultados de los planes de empleo y sus costes más bajos. Asimismo, ha puesto como modelo a seguir al vasco donde hay incentivos fiscales a los planes de pensiones de empresa.
Actualmente, cualquier aportación hasta un máximo de 8.000 euros al año computa en la base imponible y desgrava en la declaración de la renta.