Hay casos peores. Philippe Waechter, economista jefe de Natixis AM, calcula que Italia y Portugal tardarán más de 10 años en volver a llevar su PIB a los niveles en los que estaban antes de la crisis.
Como hace notar Philippe Waechter, economista jefe de Natixis Asset Management (NAM), la filial de Natixis Global AM, las perspectivas de crecimiento son más positivas para la eurozona (en torno a un 1%) que para el conjunto de Europa. Aunque lo considera un dato positivo porque revierte la tendencia a la baja que se inició en 2007, el experto no ignora que “todavía queda un camino muy largo antes de considerar que se ha alcanzado un nuevo equilibrio”, dada la diversidad entre los países europeos tanto por actividad industrial como por dinámicas de crecimiento.
Para ilustrar esta afirmación, Waechter aporta un gráfico que refleja la evolución del PIB per cápita (a precios constantes) para la zona euro, Alemania, Francia, Italia, España, Irlanda, Portugal y Reino Unido desde 2007. Este gráfico refleja perfiles muy heterogéneos, dentro de los que destaca Alemania por su mejor comportamiento, algo que no sucede con las otras zonas: Francia está un 2,5% por debajo del PIB que registró en 2007, mientras que la eurozona se sitúa en el 3,5% por debajo y Reino Unido, un 6% menos. En los casos de los países periféricos, la diferencia oscila entre el 6% y el 12% con respecto a su PIB per cápita de 2007.
“La cuestión simplemente es considerer el tiempo que requerirá cada uno de estos países para regresar a su nivel de PIB per cápita de 2007”, sintetiza el economista jefe de NAM. Para realizar este cálculo, Waechter toma como referencia la serie histórica del crecimiento del PIB en los países citados entre 2000 y 2007. La observación de las tendencias del gráfico –excluyendo a Alemania, que ya ha recuperado niveles pre crisis- lleva al experto a distinguir entre tres categorías de países.
Por un lado, estima que la eurozona, Francia y Reino Unido deberían recuperar niveles pre crisis en unos dos años. Para Irlanda y España, amplía este periodo a cerca de cuatro años, aportando como explicación que ambos países habían registrado una fuerte tasa de crecimiento antes de 2007. En último lugar sitúa a Italia y Portugal, para los que calcula que tardarán más de diez años –cerca de 13 en el caso italiano- para recuperar niveles pre crisis, debido en parte al débil crecimiento que habían registrado antes del comienzo de la recesión.
“Sin embargo, estas cifras son engañosas y probablemente demasiado optimistas”, matiza Waechter. El economista se pregunta: “¿Son Francia, la eurozona y Reino Unido capaces de encontrar una pauta de crecimiento tan rápida como la anterior a la crisis? ¿Podemos apostar también por el regreso del rápido crecimiento a Irlanda y España? Espontáneamente, parece difícil”.
El punto de vista del responsable de NAM es que llevará mucho más tiempo del que reflejan las simulaciones en base a la serie histórica y añade que “consecuentemente, las dinámicas del mercado laboral seguirán siendo frágiles mucho tiempo y tardará más en establecerse el equilibrio de las financias públicas”. En base al bajo crecimiento que habían registrado antes de la quiebra de Lehman Brothers, los países que despiertan mayor preocupación a ojos del experto son Italia y Portugal.
“La lenta convergencia hacia el nivel de PIB per cápita anterior a la crisis es una representación de la heterogeneidad que existe hoy, notablemente en la zona euro. Antes de la crisis había una especie de tendencia común dentro de la eurozona. Esto llevó a un tipo de homogeneidad en el momentum de los países. Naturalmente, hoy parece difícil hacer esta apuesta sin crear más cooperación y coordinación entre los países miembros”, reflexiona Waechter. Dicha heterogeneidad le lleva a concluir que “no debería conducir a situaciones de oposición entre un país y otro, pues podría causar gran inestabilidad política y social. Esto es lo que debe prevalecer”. Para conseguirlo, el economista jefe de NAM apela al “desarrollo de un marco institucional más integrado”.