Estrategias sencillas y flexibles, la clave de una buena planificación patrimonial según los expertos

Planificación patrimonial Meeting Point 2024
Ana Mayo (FinReg), Diego Velasco (Santander), Ignacio Velasco (CaixaBank), Jesús Muñoz (BBVA) y José María Mingot (Tressis). Fuente: FundsPeople

La aparición el año pasado del Impuesto Temporal de Solidaridad de las Grandes Fortunas (ITSGF) cayó como un jarro de agua fría. Meses más tarde, en el BOE de 28 de diciembre de 2023 se prorrogaba la aplicación de este impuesto de forma indefinida, en tanto no se revise la tributación patrimonial tras la reforma del sistema de financiación autonómica. Una noticia que preocupa al sector, según contaron en el II Meeting Point de Banca Privada celebrado por FundsPeople.

“El cliente está cabreado con el impuesto a las grandes fortunas, por cómo es y cómo se aprobó. Y en ese momento todas las bancas privadas nos acercamos más para ayudarle y asesorarle”, confiesa José María Mingot Aznar, director de Asesoría Jurídica y Fiscal de Tressis.

Desde entonces, “los patrimonios elevados están preocupados y ocupados en ver qué pueden hacer para gestionar esa situación de presión fiscal que tienen actualmente y la que parece que podría venir a futuro por otras vías”, avisa Jesús Muñoz García, director de Planificación Patrimonial de BBVA Banca Privada.

Mano a mano con el asesor fiscal

Por ello, no es de extrañar que el papel de los asesores patrimoniales se haya vuelto aún más importante y que trabajen, mano a mano, con los asesores fiscales de los clientes. La selección de los productos de inversión es muy importante, según cuenta Ignacio Velasco Jiménez, responsable de Asesoramiento Patrimonial de CaixaBank Banca Privada: “Es fundamental establecer estrategias de planificación flexibles, pero que sean sólidas y aporten seguridad jurídica. La base es utilizar todas las herramientas que nos permite la ley y contar con un equipo de asesoramiento patrimonial coordinado con el asesor fiscal del cliente. Somos dos figuras complementarias”, reconoce.

De hecho, se ha producido una “vuelta a los básicos”. Tal y como cuenta Diego Velasco Hernando, responsable del departamento de Planificación Patrimonial de Santander Private Banking España, hay una tendencia clara por “aquellas estructuras sencillas, simples y flexibles en el tiempo que permitan adaptarse a posibles nuevas circunstancias o cambio de objetivos. Con la constante evolución normativa, doctrinal y jurisprudencial que tenemos a día de hoy, hay que estar preparado para ello y es fundamental diseñar una estrategia patrimonial familiar, que permita preservar el patrimonio y hacerlo crecer de manera ordenada en el tiempo, junto con un equipo especializado en planificación patrimonial y siempre de la mano de un buen asesor fiscal”.

Apetito por vehículos alternativos

Otra tendencia que se observa en los últimos años es el apetito del cliente por las inversiones alternativas, como elemento diversificador de las carteras y nicho donde buscar puntos de rentabilidad y descorrelación de los mercados tradicionales.

“Se ha incrementado el apetito no solo por el capital riesgo como activo de inversión, sino también como una herramienta de planificación fiscal. Me empieza a generar cierta inquietud que pase lo mismo que ocurrió con las sicav”, alerta Velasco Jiménez, de CaixaBank Banca Privada. En ese sentido, las entidades “tenemos una responsabilidad respecto a las recomendaciones sobre la idoneidad o no para el cliente. La estructura tiene que llevar una due dilligence de un despacho”, opina.

En la misma línea está Muñoz García, de Banca Privada de BBVA en España: “El capital riesgo me parece un producto muy bueno, con importantes beneficios fiscales si se invierte a través de una estructura societaria que podría llegar incluso al Impuesto sobre el Patrimonio / Grandes Fortunas cuando se invierte en formato Sociedad de Capital Riesgo, pero la inversión no debería hacerse exclusivamente por motivos fiscales, sino de manera coherente atendiendo a criterios de diversificación razonables", aconseja. De igual modo, con respecto a otros vehículos de financiación vinculados al cine o la cultura, el experto lo valora positivamente, pero advierte: “Para mitigar todos los riesgos hay que contratar a un buen despacho para que haga una nota en relación con el cumplimiento de los requisitos por parte del productor para poder transmitir la deducción. También es muy importante revisar todos los gastos y delimitar claramente cuáles forman parte de la base de deducción”.