Fund Manager Survey: Los gestores llevan su asignación a bonos a su nivel más alto desde marzo de 2009

La vuelta del pesimismo inversor lleva a los gestores profesionales a su mayor asignación a bonos desde marzo de 2009. El sentimiento reflejado en el último Fund Manager Survey de BofA, el correspondiente a abril, es el más negativo en lo que va de 2023. Los inversores encuestados han rebajado su asignación a activos de riesgo como la renta variable y sus previsiones para el crecimiento han empeorado hasta niveles de diciembre de 2022 y similar al tono negativo de octubre de 2008.

Un 63% de los inversores espera una economía más débil. Es una cifra que ha aumentado con respecto al mes pasado. De hecho, las expectativas de crecimiento se mantienen cerca de los mínimos históricos. Y sin embargo ese giro negativo aún no se ha producido en el S&P 500 como vemos en el siguiente gráfico:

Temor al crunch en el crédito

Gran parte de la negatividad se explica por los recientes acontecimientos en la banca. De hecho, la crisis crediticia en la banca y la recesión global ha saltado de golpe hasta el primer puesto en la lista de mayores riesgos de cola que detectan los gestores.

El temor a la contracción del crédito es lo que ha impulsado la asignación a bonos, que aumenta 9 puntos porcentuales hasta una sobreponderación neta del 10%, la mayor desde marzo de 2009. A su vez, la infraponderación de la renta variable frente a la renta fija por parte de los inversores se sitúa también en niveles no vistos desde la crisis financiera mundial. Y es una aversión bastante focalizada en el problema. En abril, los inversores en FMS siguieron reduciendo la asignación a bancos y seguros. Así, la asignación al sector financiero cayó a su nivel más bajo desde mayo de 2020.

Recortes de tipos: para 2024

Y de la mano de ese empeoramiento de la visión macro ha crecido también el número de gestores que espera recortes de tipos en Estados Unidos en los próximos 12 meses. El 35% de los gestores espera que la Reserva Federal comience su ciclo acomodaticio en el primer trimestre de 2024, pero es que un 28% lo ve ya en el último trimestre de este año. Incluso un 14% lo espera para el tercer trimestre de 2023 y un 10% en este mismo trimestre.

Estas expectativas coinciden con las de los mercados de renta fija, que actualmente prevén recortes de 12 puntos básicos en el tercer trimestre de 2023, 37 puntos básicos en el cuarto trimestre, 36 puntos básicos en el primer trimestre de 2023 y 47 puntos básicos en el segundo trimestre de 2024.

Lo que coincide, además, con una expectativa de una inflación más suave. El 84% de los encuestados ve al IPC bajando.  

Implicaciones para la asignación de activos

¿Y cómo está influyendo en el posicionamiento? Los niveles de caja se mantienen en el 5,5%, sin cambios intermensuales. Es un nivel aún alto. Cualquier número por encima del 5% activa la señal de compra del indicador de BofA. Y ya llevan así 17 meses consecutivos; un periodo de tiempo sólo eclipsado por los 32 meses del mercado bajista del DotCom.

Además, los gestores están volviendo a apostar por los defensivos (servicios públicos, productos básicos, sanidad) frente a los cíclicos (discrecionales, bancos, energía, materiales), impulsados por grandes rotaciones desde bancos y materiales hacia sanidad y servicios públicos.

Esa aversión al riesgo también se está notando en la exposición a renta fija. Los gestores muestran una predilección por deuda de mayor calidad. De hecho, el 49% de encuestados creen que los bonos grado de inversión superarán a los de high yield en los próximos 12 meses. Es la mayor cifra registrada de que se tienen datos, en 2015.