A iguales condiciones de mercado y aportaciones, la fiscalidad de ambos productos es una de las claves principales a la hora de decidir. Hasta un 30% de diferencia en su rendimiento podría llegar a existir.
Seguridad, rentabilidad o diversificación son aspectos comunes a fondos de inversión y planes de pensiones, los vehículos de inversión más utilizados en España. Sin embargo, a pesar de su vocación de largo plazo, fondos y planes no dan los mismos resultados cuando son utilizados para completar la pensión pública, es decir, cuando su fin es la jubilación. Así lo demuestra un estudio de Quadriga Funds.
“Existen diferencias en cuanto al tipo de rescate, transparencia en la contratación, fiscalidad y horizonte temporal del ahorro, que resultan interesantes a la hora de decantarse por contratar uno u otro”, resalta la firma independiente.
Con condiciones iguales de partida en cuanto a mercado y aportaciones, una comparativa basta para ilustrar las diferencias existentes entre fondos de inversión y planes de pensiones de cara a satisfacer la jubilación. Quadriga ha utilizado el siguiente supuesto: un inversor con 30 años, que gana 35.000 euros anuales y que destina anualmente 3.000 euros a su jubilación, lo que equivaldría a 37 años de inversión total. Y se analizan dos escenarios: en el primero, el inversor aporta anualmente 3.000 euros a un plan de pensiones y, en el segundo, invierte esa misma cantidad en un fondo de inversión.
La consecuencia de esta decisión podría albergar en su jubilación una diferencia de rentabilidad de casi 60.000 euros o el 30%, a favor del fondo de inversión. En su jubilación, el rescate del plan de pensiones -teniendo en cuenta lo deducido fiscalmente todos los años- supondría un valor de 202.968 euros, frente a los 260.291 euros que se obtendrían con la venta del fondo de inversión. Esto implica que, invirtiendo en un fondo de inversión, se conseguirían casi 57.500 euros más, lo que supone un 28% más respecto al plan de pensiones. Con estas cifras en la mano, Quadriga defiende por tanto que, “a largo plazo y para las rentas medias, los fondos de inversión son más rentables que los planes de pensiones”.
La importancia de la fiscalidad
La fiscalidad de los productos es muy diferente. Los planes de pensiones permiten desgravar hasta un máximo de 8.000 euros del dinero aportado anualmente como rendimiento del trabajo en la declaración de la renta. Sin embargo, una vez que se retira el dinero, se debe tributar por todo el capital acumulado -todo lo aportado y los rendimientos generados- como rendimiento del trabajo. En el momento actual, si se generan rendimientos del trabajo -sueldo más el valor acumulado en el plan de pensiones- por encima de 60.000 euros, se tributa al 45%.
Sin embargo, los fondos de inversión tributan como rendimiento de capital, es decir, se tributa cuando se retira el dinero, teniendo en cuenta que los traspasos entre fondos no tributan. A la hora de retirar el dinero, se tributa sólo por el beneficio obtenido como ganancia patrimonial, con un máximo del 23% sobre las plusvalías.