Le hemos preguntado a Gonzalo Rengifo, miembro de la junta directiva de la asociación y representante de entidades extranjeras, sobre el tema que en estos momentos está despertando más inquietud por parte de la industria extranjera.
Los retos que afronta la industria de gestión de activos son muchos. La mayoría son de ámbito europeo, pero cuyos efectos se dejarán sentir con especial intensidad en España. Le hemos preguntado a Gonzalo Rengifo cuáles son las preocupaciones actuales que las gestoras internacionales están trasladando a Inverco, asociación de la que el director general de Pictet AM para Iberia y Latinoamérica es miembro de su junta directiva, representante de gestoras internacionales y de la agrupación de IIC (con otros representantes de gestoras extranjeras) y vocal de su Observatorio. Rengifo no tiene ninguna duda a la hora de señalar a MiFID II como el tema recurrente que está apareciendo en todas las reuniones. Hay que adaptarse a la nueva norma y todavía existe mucho desconcierto sobre la manera de hacerlo.
“De momento todavía no disponemos de una versión definitiva de MiFID II, pero hay que entender las implicaciones. Para la industria internacional supondrá añadir presión”, afirma en una entrevista con Funds People. Comprender los efectos de la nueva norma es la principal preocupación de las gestoras en este momento. Para tratar de entender todas las ramificaciones e implicaciones de MiFID II, el experto reconoce que están en contacto permanente con la CNMV y con ESMA en Bruselas. El objetivo es encontrar la mejor manera de adaptar la regulación al modelo de distribución local predominante. “Entendemos que MiFiD II no debe ser una revolución sino una evolución para el inversor, la industria y el propio regulador. Va definir los modelos de negocio y la forma de poder a disposición del inversor el ahorro a largo plazo en ese tiempo”, asegura el experto.
Según Rengifo, hay que evitar a toda costa que ocurra como en Inglaterra, donde hasta seis millones de pequeños inversores se han quedado sin asesoramiento. “La regulación está destinada a la protección de pequeño inversor y en España ha habido un grandísimo esfuerzo de bancarización en los últimos 50 años que ha puesto a disposición del ahorrador el acceso a productos, ejecución y asesoramiento. De manera que la distribución en España cumple una labor social. Por lo tanto, hay que evitar el extremo de que un pequeño inversor no tenga asesoramiento. Esto es actualmente más importante si cabe, teniendo en cuenta que estamos en un entorno de mercados muy complejos en los que hasta el inversor más sofisticado necesita ser asesorado o apoyarse en un profesional que le oriente en materia de inversiones”, asevera.
Según Rengifo, MiFID II exige entre muchos aspectos un ejercicio de transparencia respecto a costes de gestión en una cartera de fondos y va a ayudar a la relación de confianza entre cliente y gestor, donde hay que demostrar valor añadido mediante soluciones de inversión. "Va a definir los modelos de negocio y la forma de asesorar/gestionar inversiones financieras de los inversores. Sería deseable que en España refuerce la calidad del asesoramiento sin restricciones para los inversores. El modelo de comercialización de productos financieros es siempre mejorable, pero la grandísima capilaridad bancaria en nuestro país realiza una labor social muy importante. Mantengamos y reforcemos el servicio de asesoramiento alcanzado, por el que cualquier inversor/ahorrador tiene acceso al servicio, sin restricciones a base de normas", concluye.