Las autoridades europeas piden permanecer vigilantes ante los crecientes riesgos

Firma: Shubham Dhage (Unsplash).

Duro mensaje el que han transmitido las tres Autoridades Europeas de Supervisión (EBA, EIOPA y ESMA) en su último informe conjunto sobre riesgos y vulnerabilidades del sistema financiero de la UE. Si bien señalan que los mercados financieros de la UE se han mantenido estables en líneas generales a pesar del difícil entorno macroeconómico y de las recientes presiones del mercado en el sector bancario, también instan a los supervisores nacionales, a las entidades financieras y a los participantes en el mercado a permanecer vigilantes ante los crecientes riesgos.

“El segundo semestre de 2022 fue testigo de un empeoramiento del entorno macroeconómico debido a la elevada inflación y al endurecimiento de las condiciones financieras, y las perspectivas económicas siguen siendo inciertas. Aunque las últimas previsiones de crecimiento ya no apuntan a una recesión profunda y la inflación muestra signos de moderación, el crecimiento de los precios puede seguir siendo elevado durante más tiempo del previsto”, vaticinan las autoridades europeas.

El riesgo bancario

En su opinión, la reciente presión del mercado sobre los bancos tras la quiebra de algunos bancos medianos en Estados Unidos y la fusión de emergencia del Credit Suisse, en dificultades, con el Union Bank of Switzerland (UBS) ha puesto de relieve la persistencia de una elevada incertidumbre en los mercados, la sensibilidad del sistema financiero europeo a las perturbaciones exógenas y los riesgos potenciales relacionados con el final de más de una década de tipos de interés muy bajos.

“Los precios de los activos fueron muy volátiles en los últimos meses, con una liquidez de mercado frágil. Las fuertes oscilaciones de los precios provocaron importantes peticiones de márgenes y sometieron a algunos participantes en el mercado a tensiones de liquidez, en particular las sociedades no financieras y las instituciones financieras no bancarias”, detectan.

En su opinión, los altos niveles de incertidumbre y los desequilibrios en la oferta y la demanda de liquidez son un lastre para la resistencia del sistema financiero frente a nuevos choques externos. “Además de estos riesgos, las tensiones geopolíticas, las amenazas medioambientales y el aumento de la frecuencia y sofisticación de los ciberataques complican aún más el panorama de riesgos”, advierten.

Recomendaciones de las autoridades europeas

En este contexto de estos riesgos y vulnerabilidades, las autoridades han recopilado una serie de recomendaciones:

  • Las instituciones financieras y los supervisores deben estar preparados para un deterioro de la calidad de los activos y los supervisores deben vigilar de cerca las provisiones para insolvencias.
  • El impacto más amplio de las subidas de los tipos de interés oficiales y de los aumentos repentinos de las primas de riesgo sobre las instituciones financieras y los participantes en el mercado debería considerarse y tenerse en cuenta en la gestión del riesgo de liquidez.
  • Deben vigilarse de cerca los riesgos de liquidez derivados de las inversiones en fondos apalancados y del uso de derivados de tipos de interés.
  • Las instituciones financieras y los supervisores deben vigilar de cerca los efectos del riesgo de inflación. La inflación puede repercutir en la valoración y la calidad de los activos, al verse afectado el servicio de la deuda de los prestatarios. Las tendencias inflacionistas deben tenerse en cuenta en las fases de prueba, supervisión y revisión de los productos, y los inversores deben ser conscientes de los efectos de la inflación sobre los rendimientos reales.
  • Los bancos deben aplicar políticas prudentes de distribución del capital para garantizar su resistencia financiera a largo plazo, dadas las inciertas perspectivas de rentabilidad a medio plazo.
  • Deben mantenerse los sólidos marcos reguladores que sustentan la resistencia del sector financiero, entre otras cosas aplicando fielmente la finalización de Basilea III en la UE sin demora y con las menores desviaciones posibles, y evitando nuevas desviaciones del asesoramiento de EIOPA sobre la revisión de Solvencia II.
  • Se debe mejorar las capacidades de gestión de riesgos y la información sobre los riesgos medioambientales, sociales y de gobernanza (ASG), ya que estos riesgos se están convirtiendo cada vez más en una fuente de riesgo financiero.
  • Las entidades financieras deben asignar recursos y competencias adecuados para garantizar la seguridad de sus infraestructuras de tecnologías de la información y la comunicación (TIC) y una gestión adecuada del riesgo de las TIC.