Mitos y realidades sobre la crisis en China: una ventana de oportunidad

Li Yang on Unsplash

A lo largo del año, China ha implementado una cascada de restricciones regulatorias. Entre los titulares más destacados están la limitación de horas de videojuegos online a los jóvenes y la prohibición de la enseñanza extraescolar privada. Y a eso se ha unido los problemas del gigante inmobiliario Evergrande para pagar su deuda y la negativa del Gobierno a intervenir en su rescate. En resumen: lo que parece una ola de vientos de cara para la economía asiática. Esta densidad regulatoria se ha pintado como un giro estratégico en la política china. De aperturista a restrictiva. Y los mercados, tanto bonos como acciones, reaccionaron acorde. Pero, ¿qué hay de mito y qué de realidad en lo que está pasando en China?

Para Paras Anand, director de Inversiones de Asia-Pacifico de Fidelity, en realidad estamos ante una continuidad de un proceso iniciado por China en 2017. Esto es, una transición hacia un modelo económico más sostenible. “Las medidas tomados por China van dirigidas a manejar el riesgo y el apalancamiento así como luchar contra la desigualdad creciente y conducir la mejora medioambiental”, afirma.

Si diésemos un paso atrás del ruido de los últimos meses veríamos que las decisiones del gobierno chino pivotan sobre tres montañas, como lo define Anand. Educación, salud y vivienda. Son los tres frentes que podrían crear una ola de inquietud social. Y es precisamente lo que China quiere combatir. ¿Y por qué ahora? “Puede parecer que ha habido un cambio radical en 2021, pero probablemente algunas de las medidas se habían pospuesto de 2020. Además, este año empezó con un robusto escenario macroeconómico, que también ha ayudado a crear un colchón para tomar estas decisiones”, explica.

Una ventana de oportunidad en China

El escenario que ha puesto en precio el mercado es muy distinto al que describe Anand. Tal es así que las fuertes caídas, que incluso han llevado a varios activos a terreno de corrección, han abierto una ventana de oportunidad. “El ratio de riesgo-beneficio se ha elevado. Movimientos así suelen brindar puntos de entrada”, afirma Dale Nicholls, gestor de Fidelity. En su opinión, gran parte del riesgo en China ya se ha puesto en precio. Él, al menos, ya está poniendo el dinero a trabajar.

¿Y dónde? Aunque ve valoraciones atractivas en general, destaca sobre todo el sector de Tecnologías de la Información. Una industria directamente tocada por la nueva regulación pero demasiado castigada ya. “Si comparamos un negocio como el de Alibaba con su homólogo americano, Amazon, vemos un descuento del 70% en la cotización. Hay riesgos, sí, pero ¿tanto?”, plantea el experto. A Nicholls le recuerda el ruido que se generó hace unos años con la tecnológica Tencent. Al igual que ahora, China limitó el acceso de los jóvenes a los videojuegos y las acciones de Tencent perdieron casi la mitad de su valor. Con el tiempo se ha visto que fue un castigo sobredimensionado.

No solo es una cuestión de valoración. Para Nicholls las perspectivas del consumidor chino son muy positivas. Como motores está el fortalecimiento de la clase media y un claro enfoque del Gobierno en incrementar el acceso al sistema Hukuo. “Estamos alertas ante las marcas emergentes que puedan capitalizar el consumo en China”, cuenta.