TRIBUNA de Emiel van den Heiligenberg, director de Inversiones de Global Balanced Solutions de BNP Paribas IP.
En primer lugar, el crecimiento chino podría ser meramente una estabilización. Los datos sobre importaciones/exportaciones muestran una debilidad similar a la registrada durante la crisis asiática y la recesión tecnológica. Al mismo tiempo, el desequilibrio económico básico de China no está mejorando demasiado. Continuamos percibiendo una dependencia enorme y creciente en la inversión en bienes de equipo para impulsar el crecimiento, lo cual deja a la economía vulnerable a una corrección pronunciada y autorreforzante. Nuestra expectativa es que el nuevo gobierno se concentrará en fomentar el consumo a expensas de la inversión, pero no está claro si la transición a un crecimiento del PIB impulsado por el consumidor será o no fluida. Algunos analistas advierten que estos cambios de régimen suelen conducir a un descenso de la mitad a dos tercios del crecimiento del PIB.
¿Se avecina una crisis?
Hace unas semanas viajé a China, donde visité una “sociedad trust”. Lanzadas por instituciones financieras, estas empresas no figuran en sus balances de situación y forman parte del sistema bancario oculto del país. Los trusts chinos captan dinero de inversores de alto nivel patrimonial y suelen venderse como inversiones del mercado monetario sin demasiadas restricciones. Su distribución por clases de activo es preocupante, ya que invierten en muchos activos poco adecuados para un fondo monetario como, por ejemplo, acciones, arte, vino y préstamos puente. No puedo evitar ver similitudes con el mercado de obligaciones de deuda garantizadas (CDO) y la crisis subsiguiente. Estos negocios podrían estar expuestos a riesgos similares, y ya han surgido algunos “trusts de trusts” que invierten en otros trusts o devuelven el dinero a los inversores originales. Esto último suena a una estafa piramidal y podría ser la antesala de un desastre.
¿O ha estallado ya la burbuja?
Recientemente, uno de los trusts de Huaxia Bank quebró. Este acontecimiento no ha suscitado mucha atención, pero podría tratarse de un caso crucial. Según 'Reuters', los inversores minoristas están exigiendo a Huaxia Bank que cubra las pérdidas provocadas por la quiebra de su trust, que los inversores creían que el banco avalaba (esto último es objeto de disputa). Este parece ser el primer caso en que los inversores han perdido el capital invertido, pero podría marcar un antes y un después para el sistema bancario oculto de China. Si el gobierno declara responsable al banco, las entidades podrían aplicar criterios más estrictos para la venta de trusts. Pero si los inversores deben asumir la pérdida, podrían perder confianza en estos “productos de gestión patrimonial”.
Aunque el incidente podría pasar desapercibido –al fin y al cabo, se trata de un pequeño incumplimiento de un producto vendido por una sucursal del banco en un suburbio de Shanghái–, no deja de ser preocupante y, seguramente, no será un caso aislado. El sistema bancario oculto ha experimentado un enorme crecimiento durante el pasado año (un 128% en la primera mitad de 2012, según Fitch), impulsado por la avaricia, el oportunismo, la laxitud en los controles, la venta fraudulenta y la toma de riesgos excesivos por parte de compradores y vendedores. Mientras que un banco puede tomar una decisión de negocio o ser convencido para renovar su deuda a fin de evitar un incumplimiento, uno debería preguntarse si los depositantes de la banca sumergida serán magnánimos en caso de pérdidas. De cundir el pánico entre los inversores, podrían abalanzarse en masa hacia la salida.
¿Cuál es la gravedad de la situación?
Nuestra colega en Hong Kong, Tina Yao, está siguiendo de cerca el caso del trust de Huaxia. Las autoridades chinas han formado un comité para reforzar las normas sobre la venta y la gestión de riesgos de los productos de gestión patrimonial. Tina destaca el hecho de que el gobierno todavía cuenta con grandes reservas para contener el problema si hiciera falta, y también se beneficia de una cuenta financiera más o menos cerrada. Para simplificar, si la gente saca su dinero del trust, ¿qué alternativas de inversión existen? Nuestros analistas continúan viendo el aterrizaje forzoso de la economía china o una crisis financiera en el país como un riesgo y no como nuestro escenario central, pero pensamos que el mercado se está confiando demasiado sobre este tema. De igual modo, nuestra previsión económica para China es más cauta que la de consenso. En el marco de las exposiciones a factores de riesgo que consideramos en detalle al gestionar nuestras carteras, ello se traduce en un posicionamiento dirigido a cubrir el “riesgo chino” (por ejemplo a través de la infraponderación de la renta variable emergente y de las materias primas).