La inflación constante está cambiando la trayectoria deflacionista de Japón, abriendo las puertas a nuevas oportunidades de inversión, con el mercado bursátil alcanzando máximos históricos, afirma el gestor.
El mercado bursátil japonés ha sido una de las buenas sorpresas del año, con el Topix y el Nikkei 225 alcanzando máximos de tres décadas y atrayendo cada vez a más inversores. Como en cualquier mercado, el rendimiento se ha visto afectado por diversos factores, como las políticas gubernamentales y económicas y los acontecimientos mundiales. En las últimas décadas, el país asiático ha convivido con una constante en su economía: la deflación. A pesar de los intentos por contrarrestarla, acontecimientos como la crisis financiera mundial o la pandemia han aplazado el final de este ciclo. Pero "esta vez es diferente".
Con esta famosa frase del inversor, filántropo y empresario británico-estadounidense John Templeton describe Sam Perry, gestor de inversiones senior del equipo de renta variable japonesa, el estado actual del mercado bursátil japonés. En realidad, lo que el empresario quería decir entonces es que el inversor que pronuncia tales palabras cuando nada ha cambiado realmente pronuncia las palabras más peligrosas para la inversión. Pero el gestor de Pictet AM sostiene que esta vez han cambiado muchas cosas" Y uno de los principales cambios es la inflación. "El país ha pasado efectivamente de una tendencia deflacionista a una inflacionista", afirma.
Para Perry, la inflación no sólo es generalizada, sino que está incrustada en la economía, y para demostrarlo se remite al Índice de Precios de Consumo (IPC). "Si deconstruimos el IPC vemos 55 subíndices. Y ese es el número de subíndices que crecen más de un 2% al año. Así que ahora estamos en el punto en el que, aparte del periodo de la subida del impuesto sobre el consumo (en abril de 2014), esta es la cifra más alta de la historia. Esto también incluye el periodo de la burbuja", añade el profesional, refiriéndose a un periodo de rápido crecimiento económico y especulación en el país en los años 80.
El sector empresarial también muestra confianza. Según la encuesta trimestral Tankan del Banco de Japón a las empresas, las expectativas son altas. Algunas de las preguntas que se formulan desde 2014 son: ¿Cómo cree que se comportará la inflación general dentro de uno a cinco años? Y ¿cómo cree que será la inflación de sus bienes y servicios dentro de uno a cinco años? ¿Hasta qué punto confía en poder aumentar sus precios? “Y las respuestas muestran mucha confianza", afirma el profesional.
El efectivo es el rey
¿Y por qué es importante? "Por el efectivo, el efectivo es el rey", afirma el gestor. “Cuando hay deflación, el efectivo te da una rentabilidad real sin riesgo por lo que, la barrera a la inversión se vuelve increíblemente alta, lo que significa que no gastas dinero", explica. Por eso los flujos de efectivo siguen aumentando y también lo hacen las reservas de efectivo. “Pero eso significa que la deflación aumenta aún más. Es un círculo vicioso", añade.
Como explica, fue para contrarrestar esta tendencia y estimular la inversión por lo que Kazuo Ueda, cuando se convirtió en gobernador del Banco de Japón, puso en marcha ciertas políticas monetarias. El control de la curva de rendimientos o políticas de tipos de interés negativos, por ejemplo, con el objetivo de incorporar la inflación a la economía. Según Perry, si hay inflación y liquidez en los balances de las empresas, equivalente a dos tercios del PIB, el dinero se convierte en un activo de desecho. “Se obtiene un rendimiento negativo del dinero”. En ese caso, la tendencia a invertir es mucho mayor y el ciclo deflacionista se invierte. “Y ya lo estamos viendo. Se está invirtiendo mucho en dividendos y recompra de acciones", afirma.
¿Value o growth?
"Especialmente en el último año, hemos visto una enorme demanda del estilo value. “La última vez que vimos esta tendencia en el MSCI Japan, es decir, al MSCI Japan Value superando al MSCI Japan Growth, fue en el primer trimestre de 2000", cuenta Perry. Aun así, no hay un patrón claro en Japón, afirma el gestor. Al menos no lo hubo hasta 2016. Después de eso, el valor y el crecimiento parecen haberse comportado de forma inversa. Si uno se comporta mejor, el otro peor, y viceversa.
Algo ha cambiado entretanto. Lo que muchos inversores hacen ahora para protegerse es mantener una cartera equilibrada entre los dos estilos, la llamada estrategia barbell. "Así que tienen un fondo value y otro de crecimiento. Y eso en realidad te da algo más o menos parecido al MSCI Japan", explica el profesional. Sin embargo, el gestor subraya que no se fijan en una empresa sólo porque las acciones estén infravaloradas o en crecimiento. “Nos fijamos esencialmente en la valoración", concluye.