¿Cómo afecta la cobertura del riesgo de divisa a las carteras de bonos y acciones?

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M4D Group, Flickr, Creative Commons

Tras un 2014 inusualmente tranquilo en el que el VIX llegó a marcar mínimos de siete años, parece que la volatilidad ha vuelto para quedarse. A las fuertes correcciones que han sufrido últimamente a los mercados de bonos y acciones –con especial intensidad desde finales de abril– se suma el impacto de las fluctuaciones que registran desde hace meses los tipos de cambio.

El euro, por ejemplo, se ha depreciado cerca de un 20% con respecto al dólar estadounidense en el último año, lo que beneficia a los exportadores europeos pero resulta negativo para los inversores estadounidenses con posiciones en euros. Otro ejemplo del impacto que pueden llegar a tener los movimientos de los tipos de cambio lo encontramos en enero de este año, cuando el franco suizo se apreció casi un 18% frente a la libra esterlina en la noche del 14 al 15 de enero, con graves consecuencias para los inversores suizos invertidos en libras.

En el entorno actual, en el que la diversificación geográfica puede contribuir a reducir la volatilidad y mejorar las rentabilidades, la cobertura del riesgo de divisa gana especial relevancia. Sin embargo, protegerse de las fluctuaciones de los tipos de cambio –sujetas a diversos factores como los tipos de interés, las expectativas de inflación o las perspectivas de crecimiento, entre otros– implica un coste, ya que la cobertura normalmente se realiza mediante la venta en el mercado a plazo de la divisa en la que están denominadas las inversiones extranjeras y requiere un ajuste periódico de las posiciones que refleje el comportamiento de los activos cubiertos.

Por este motivo, Deutsche Asset & Wealth Management (Deutsche AWM) ha decidido investigar cómo afecta la cobertura del riesgo divisa a las inversiones en renta variable, para la que se toma como referencia el MSCI World, y en renta fija, representada por el índice Barclays Global Aggregate.

Impacto de la cobertura de divisa en renta variable

“Los inversores que usan el MSCI World como benchmark se exponen a 1635 valores de mediana y gran capitalización en 14 divisas diferentes”, explican los autores del informe. Las más importantes son el dólar estadounidense, que supone un 57,58% del índice, el euro (11,92%), el yen japonés (8,62%) y la libra esterlina (7,66%). Esto implica un impacto desigual en las rentabilidades, dependiendo de la divisa local de los inversores.

Como se aprecia en los gráficos, que muestran el comportamiento del MSCI World en dólares con y sin cobertura de divisa, en diez de los trece años transcurridos entre 2002 y 2014, la exposición a divisas extranjeras de los inversores cuya moneda local es el dólar contribuyó al menos un 2% a la rentabilidad general del MSCI World.

Sin embargo, en el caso de los inversores cuya moneda local es el euro, la exposición a divisas extranjeras lastró la rentabilidad del mercado de renta variable subyacente en siete de los últimos trece años.

Por eso, “desde una perspectiva de gestión del riesgo, tanto la teoría como la evidencia empírica sugieren que la cobertura de divisa puede contribuir a una cartera de renta variable global al reducir la volatilidad, sobre todo si las rentabilidades en divisa extranjera muestran una correlación positiva con el comportamiento del mercado local de acciones”.

Impacto de la cobertura de divisa en renta fija

“En comparación con una cartera de acciones de todo el mundo, en la que el riesgo de renta variable supera al riesgo de divisa, la contribución de las divisas al perfil de rentabilidad-riesgo de una cartera global de bonos es proporcionalmente mayor”, explican los expertos de Deutsche AWM. “Por eso, la reducción del riesgo que se obtiene al cubrir un índice de bonos globales es muy superior en términos relativos”, tal y como queda patente en los gráficos inferiores, que muestran la rentabilidad histórica (izqda.) y la volatilidad en periodos de 12 meses consecutivos (dcha.) del Barclays Global Aggregate, en su versión cubierta y no cubierta.

 

To hedge or not to hedge

Cubrir el riesgo divisa o no cubrirlo, esa es la cuestión. Como señala el informe, “la cobertura de divisa básicamente elimina un factor de volatilidad para la cartera pero también representa un coste de oportunidad, ya que puede que el inversor se pierda la posible apreciación de las divisas extranjeras”. La decisión de cubrir, o no, el riesgo de divisa dependerá de varios factores, como la moneda de cuenta del inversor, el horizonte de inversión (los tipos de cambio tienden al equilibrio a largo plazo), el coste de las estrategias de cobertura o el riesgo relativo entre los activos y las divisas de la cartera.

Volatilidad a 5 años y factor de reducción de la volatilidad de índices cubiertos y no cubiertos en diversas clases de activos y divisas

Nota: El informe define el factor de reducción de volatilidad como la ratio entre la volatilidad del índice cubierto en una divisa determinada y el índice no cubierto en la misma divisa.