Cómo afectará el COVID-19 a las plantillas de las gestoras de activos

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flazingo_photos, Flickr, Creative Commons

La crisis económica y sanitaria provocada por el COVID-19 ha traído consigo una recesión económica a nivel mundial que ha disparado las tasas de desempleo. Los sectores más afectados primero por el confinamiento y luego por las normas de distancia social han sido los que más han recurrido a ERTES, ERES y despidos pero en otras industrias más digitalizadas también se ha optado por un recorte de personal como una de las alternativas para hacer frente a los recortes de gastos a los que ha exigido la pandemia.

La industria de gestión de activos no se ha salvado de esas reducciones de plantilla aunque el buen comportamiento que de forma general tuvieron los mercados de valores durante 2020 puede que contenga esos ajustes.

Sin despidos masivos en 2020

 Un informe de la consultora norteamericana Johnson Associates publicado en agosto en 2020, hablaba de una reducción de entre el 10 y el 15% de las plantillas en las gestoras tradicionales de activos entre 2020 y esta primera parte de 2021. “Los productos con comisiones más bajas, un mayor riesgo de impagos y un entorno de mercado tumultuoso dificultarán que los gestores de activos mantengan las plantillas y las tasas de remuneración actuales, incluso si los resultados acaban recuperándose”, afirma la consultora.

Sin embargo, una cosa es que una gestora se pueda plantear la opción del despido para recortar costes y otra que la lleve a cabo y los datos dicen que al menos en lo peor de la crisis del COVID-19, en el primer trimestre de 2020, el despido no fue la opción mayoritaria. Lo recoge Deloitte en su informe 2021 Investment Management Outlook . “Los despidos masivos en las empresas de gestión de activos no han aparecido en las noticias, y según la Oficina de Estadísticas Laborales de EE.UU el empleo en el grupo que contiene a las gestoras aumentó en 2020”.

En Europa la situación es similar ya que, según Deloitte, “el número de personas empleadas en la clasificación de actividades económicas, incluida la gestión de fondos, descendió un 0,1% entre el primer y el segundo trimestre, tras haber aumentado durante el primer trimestre de 2020”.

Los grandes recortes ya están hechos

Eso en 2020 pero ¿qué se puede esperar en 2021? Según el estudio de Deloitte, realizado entre julio y agosto de 2020 y en el que participaron 200 altos ejecutivos del sector de la gestión de activos, ese recorte de costes se seguirá manteniendo también este año. En concreto, la mitad de los encuestados indican que sus empresas tienen previsto reducir los costes totales entre un 11% y un 20%.

Recortes que dicen en la consultora, serán difíciles de conseguir teniendo en cuenta que se espera que el coste por empleado crezca un 50%. “Los resultados de nuestra encuesta indican que, a nivel mundial, las empresas están adoptando múltiples enfoques para gestionar los costes de la mano de obra, y que la mayoría de las medidas se adoptaron en el verano de 2020, aunque hubo algunas diferencias regionales significativas”, afirman.

Lo resume muy bien el gráfico inferior. Por ejemplo, en Europa, las primeras opciones para recortar esos costes laborales a partir de ahora pasan más por limitar los bonus, reducir salarios, ofrecer bajas voluntarias o congelar promociones que por despidos (aunque claro, esto último es algo que ya han hecho el 70% de los encuestados). En Norteamérica, de hecho, el despido es la opción que manos valoran los encuestados de todas las opciones posibles.

De momento, son pocas las grandes gestoras de activas que han anunciado despidos masivos como consecuencia del COVID-19. Una de ellas ha sido State Street, que ha anunciado planes para recortar en un 3% su plantilla a nivel global durante este 2021, lo que supone eliminar 1.200 puestos de trabajo.

Reestructuraciones más allá del COVID-19

Así como el COVID ha supuesto un acelerador de tendencias como la digitalización de la economía o el modelo de trabajo en remoto, también ha acelerado la reestructuración de algunos modelos de negocio que implica una reestructuración de las propias plantillas.

“Hablamos de una redefinición de las tareas y funciones que permitan un mejor aprovechamiento de los recursos, pero no como una consecuencia de un estrechamiento de los márgenes sino que como parte de un proceso transformacional mucho más profundo que está atravesando la industria a nivel global y que va a cambiar la forma de trabajo en las gestoras de todo el mundo”, afirma Antonio Ríos, socio del área de Investment Management de Deloitte. Y, según apunta el experto, una de las vías de conseguir ese ahorro de costes es aumentando el gasto en tecnología.

De hecho, esa digitalización también es uno de los puntos de crecimiento que subrayan desde la consultora BCG en su informe Protect, Adapt an Innovate. “Instamos a las empresas a que adapten su negocio principal a corto plazo -por ejemplo, acelerando las iniciativas de eficiencia de costes, redoblando la distribución digital y buscando oportunidades de fusiones y adquisiciones-, al tiempo que se centran en la innovación y la evolución a medio plazo”, apuntan en dicho informe.