Descomponiendo el active share: 5 categorías de gestores activos y el grado de efectividad de cada uno

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DiegoMolano, Flickr, Creative Commons

El ratio de active share se define como la porción de la cartera que está desviada del índice y se calcula como la suma de los valores absolutos del peso de la acción en cartera menos el peso de la acción en el índice de referencia, dividido entre dos. Se trata de una ratio que ha ido ganando popularidad en los últimos años gracias a que se utiliza como un indicador del alfa que son capaces de generar los gestores que más se “despegan” del índice de referencia. La pregunta que se hacen en Legg Mason Global AM es cuán diferente puede volver los resultados el active share, y de qué forma lo consigue.

La primera ventaja que destacan los analistas de la firma americana con respecto a este ratio es que permite lograr resultados concretos ajustados a objetivos específicos. “Tanto si el objetivo es elevar los retornos o limitar el riesgo, lo que varía el grado de la selección de valores respecto al índice es una consideración importante. Es exactamente lo que mide el active share”, explican.

A ojos de los expertos de Legg Mason, tampoco se debe concebir esta técnica como la panacea. A su modo de ver, “el active share no predice el éxito o el fracaso. Sin embargo, sí refleja el compromiso del gestor de ser independiente respecto al índice. Por tanto, ha proporcionado un proxy razonable sobre la importancia de la selección de valores para la cartera durante el proceso de inversión”. 

Desde la gestora consideran clave ese compromiso, dado que, aunque la gestión activa no garantiza ganancias superiores o inferiores a las de la gestión pasiva, ni protección contra las bajadas del mercado, los inversores sí están pagando una prima al elegir un estilo de gestión activo. Es decir, “si una cartera de renta variable abraza a un índice, con poca desviación tanto en la selección de valores como en la ponderación, está claramente justificado que los inversores se pregunten si están consiguiendo aquello por lo que han pagado”, resumen.

Otra de las afirmaciones que realizan desde la firma es que el active share ha de ser interpretado en contexto, particularmente en el del proceso de selección de títulos para la cartera que sigue cada gestor y en su filosofía del riesgo. De ahí que identifiquen cinco escalas dentro de la utilización de esta ratio, de mayor a menor intensidad (ver tabla). En base a un estudio del comportamiento de unas 1.100 carteras de renta fija activa del mercado estadounidense entre 1990 y 2009, la conclusión a la que llegan en Legg Mason es que los tres tipos de active share más bajo acumularon los resultados más mediocres, mientras que los dos más activos aportaron los mejores retornos ajustados al riesgo en este periodo.

Tipo de active share (de mayor a menor intensidad) Descripción
Stock picker Alto active share y bajo tracking error
Cartera concentrada Alto active share y alto tracking error
Apuestas factoriales Bajo active share y alto tracking error
Moderadamente activo Active share moderado
Closet indexer (replicador de índices camuflado) Bajo active share y bajo tracking error

 

Dos conclusiones y una pregunta

El informe que aborda la utilidad del active share llega a dos conclusiones clave sobre el mismo. La primera, que cuanto más activo y más independiente del índice se muestra el gestor, más oportunidades tiene para generar retornos ajustados al riesgo superiores. La segunda, que tanto los criterios de selección como el nivel de concentración de la cartera juegan un papel tan importante como el active share a la hora de generar alfa.

Llegados a este punto, en la gestora se preguntan si es el mercado actual el más idóneo para los selectores de valor. La cuestión es que, cuando las correlaciones entre valores son más bajas – como sucede en la actualidad- es cuando mejores resultados cosecha el active share. “Muchos creen que a medida que el legado de la crisis financiera continúa retrocediendo, estamos volviendo al clásico mercado de stock pickers. Si es verdad, los gestores con un acercamiento independiente a la selección de valor y voluntad de ir en contra de los índices pueden estar bien posicionados para triunfar”, sentencian.