Cinco claves para mejorar tu productividad
El selector de fondos tiene una dimensión de actividades y relaciones que le exige optimizar de manera excelente su tiempo y recursos. Si entre tus propósitos de año nuevo se encuentra el de mejorar tu productividad, en este artículo encontrarás algunas claves para hacerlo.
Sensación de cansancio extremo, de que los días se te escapan de las manos y la lista de tareas pendientes nunca disminuye y siempre va en aumento, de vivir preso de lo urgente, de haber hecho lo que se ha podido pero no lo suficiente ni mucho menos lo importante… Si tú también eres uno de los muchos profesionales que ha terminado el año así, seguro que en tu lista de propósitos para 2025 has incluido el de mejorar tu productividad y tu eficacia. En este artículo te mostramos cómo gestionar tu tiempo de manera más inteligente y aumentar tu rendimiento.
La productividad es la capacidad de una persona para aprovechar al máximo su tiempo, energía y recursos con el fin de lograr los resultados deseados en sus actividades diarias. Viene determinada por la capacidad para seleccionar correctamente las acciones que aportan más valor y la capacidad de ejecutar lo mejor posible y con eficiencia las tareas.
La productividad requiere 2 variables: organización, para priorizar y planificar tareas; y eficiencia, para gestionar el tiempo, eliminar distracciones y realizar las tareas de forma más rápida.
Organización: clave para el éxito
¿Sabías que, de media, un profesional puede perder alrededor de dos horas diarias distraído, realizando tareas sin importancia, respondiendo correos no urgentes y con cosas que no aportan valor? La organización es la columna vertebral de la productividad. Al estructurar, priorizar y planificar nuestras tareas, optimizamos nuestro tiempo y energía, lo que nos permite alcanzar nuestras metas de manera más eficiente.
1. Prioriza tus tareas: no todo es igual de importante
Priorizar es una habilidad fundamental para optimizar tu tiempo y aumentar tu productividad. Al identificar las tareas más importantes y urgentes, podrás dedicar tus esfuerzos de manera más eficiente y evitar sentirte abrumado. A continuación, te presentamos algunas técnicas efectivas para ordenar tus tareas:
La matriz de Eisenhower te permite clasificar tus tareas en cuatro cuadrantes, basados en dos criterios: urgencia e importancia:
- Cuadrante I: Urgente e importante: tareas que deben realizarse inmediatamente y que tienen un impacto significativo en tus objetivos.
- Cuadrante II: Importante, pero no urgente: tareas importantes para tus objetivos a largo plazo, pero que no requieren una atención inmediata.
- Cuadrante III: Urgente, pero no importante: tareas que pueden delegarse o automatizarse.
- Cuadrante IV: Ni urgente ni importante: tareas que pueden eliminarse o posponerse indefinidamente.
¿Cómo utilizarla?
- Crea una lista de tareas: escribe todas las tareas que tienes pendientes, grandes o pequeñas.
- Clasifica tus tareas: coloca cada tarea en el cuadrante correspondiente según su urgencia e importancia.
- Actúa: prioriza las tareas del cuadrante I, programa un tiempo específico para las del cuadrante II, delega si es posible o busca forma de automatizar las del cuadrante III y elimina las del cuadrante IV.

La regla de los 2 minutos evitar que se acumulen pequeñas tareas. Si una tarea te lleva menos de dos minutos completarla, hazla inmediatamente en lugar de posponerla, y así no te distraerá tareas más importantes.
2. Planifica tu día: organiza tu tiempo de forma efectiva
Una buena planificación es esencial para maximizar tu productividad. Al tener una visión clara de tus tareas y compromisos, y un plan claro para llevarlos a cabo, evitarás la procrastinación, perder el tiempo y te sentirás con más control y menos estrés.
Cómo conseguir hacer una planificación efectiva:
- Bloquea tiempo para tareas importantes: dedica bloques de tiempo ininterrumpidos a tus tareas más importantes.
- Sé realista: no te sobrecargues de tareas.
- Sé flexible: los imprevistos son inevitables, así que sé flexible y adapta tu plan si es necesario.
- Revisa y ajusta: al final del día, revisa tu plan y ajusta tus tareas para el día siguiente.
- Prioriza: determina qué tareas son más importantes y urgentes.
- Toma descansos: incorpora pausas regulares en tu planificación para recargar energías y mantener la concentración.
- Delega tareas: si es posible, delega algunas tareas para liberar tiempo y poder concentrarte en lo más importante.
Eficiencia: trabaja de forma más inteligente
Trabajar de manera más inteligente significa ser estratégico. Al hacerlo, no solo aumentarás tu productividad, sino que también aportarás más valor, generarás mejores resultados y podrás abrirte más puertas en tu carrera profesional.
3. Gestión del tiempo: organiza tu día para maximizar la eficiencia
La gestión del tiempo es una habilidad esencial en tu día a día. Permite optimizar las tareas, reducir el estrés y aumentar la productividad. Al aprender a trabajar de manera más inteligente, podrás lograr más en menos tiempo y disfrutar de un mejor equilibrio entre tu vida personal y profesional.
La técnica Pomodoro es una estrategia de gestión del tiempo que ha demostrado ser muy eficaz para mejorar la concentración y la productividad. Consiste en dividir el trabajo en intervalos cortos, normalmente de 25 minutos, seguidos de un breve descanso de 5 minutos. Estos intervalos de trabajo se llaman “pomodoros".
¿Cómo funciona?
- Elige una tarea: define claramente la tarea que deseas realizar.
- Trabaja durante 25 minutos: concéntrate exclusivamente en esa tarea durante 25 minutos, sin interrupciones.
- Descansa 5 minutos: realiza una breve pausa para estirarte, tomar un poco de aire fresco o simplemente desconectar.
- Repite: después de cuatro pomodoros, toma un descanso más largo de 15-30 minutos.
Otra técnica útil es la de los bloques de tiempo, que consiste en asignar periodos específicos del día a diferentes tipos de tareas atendiendo a que no todas exigen el mismo nivel de concentración y esfuerzo.
¿Cómo implementarlo?
- Identifica tus tareas: haz una lista de todas las tareas que debes realizar.
- Agrupa tareas similares: agrupa las tareas que requieren un tipo de pensamiento similar para trabajar en ellas de forma consecutiva.
- Asigna bloques de tiempo: dedica bloques de tiempo específicos a cada grupo de tareas. Por ejemplo, puedes dedicar la mañana a tareas que requieren un alto nivel de concentración y la tarde a tareas más administrativas.
Dedicar bloques de tiempo específicos a cada tarea o trabajar en intervalos cortos facilita un alto nivel de concentración, realizar más tareas en menos tiempo y aumentar la eficiencia.
4. Elimina distracciones: crea un entorno de trabajo óptimo
¿Sabías que la mayoría de profesionales que trabajan en una oficina no consigue tener una hora entera de trabajo ininterrumpido? Las distracciones reducen significativamente tu productividad, por lo que es importante minimizarlas para asegurar la concentración en aquellas tareas más importantes:
- Elige un espacio de trabajo adecuado: busca un lugar tranquilo y bien iluminado.
- Desactiva las notificaciones: silencia tu teléfono y desactiva las notificaciones de las aplicaciones. Y si te cuesta resistir la tentación de navegar por internet, utiliza herramientas que bloqueen los sitios que te distraen.
5. Descansa: es importante recargar energías
Descansar adecuadamente es fundamental para mantener una alta productividad. Cuando estás descansado y recargado, eres más creativo y eficiente:
- Duerme lo suficiente: la mayoría de los adultos necesitan entre 7 y 9 horas de sueño por noche.
- Haz ejercicio regularmente: el ejercicio reduce el estrés y mejora el estado de ánimo.
- Toma descansos cortos: levántate de tu asiento y muévete cada hora aproximadamente.
Recuerda que la productividad no trata de hacer más cosas en menos tiempo sino de conseguir hacer las cosas de manera óptima y más eficiente. Al aplicar estrategias y nuevos hábitos para mejorar tu productividad pasarás de consumir y gastar tiempo a utilizarlo e invertir en el logro de tus objetivos.