ETF de renta fija, la réplica importa

Íñigo Bilbao Goyoaga
Íñigo Bilbao Goyoaga. Fuente: Cedida

TRIBUNA de Íñigo Bilbao Goyoaga, partner de Estudios Bursátiles SL y experto en fondos e inversión colectiva.

Cuando compramos un índice a través de un ETF, el emisor de dicho fondo cotizado tiene la obligación de replicar el índice que ha emitido. Puede elegir entre hacerlo de forma física o sintética.

Si elige hacerlo de forma física, habrá comprado todos los títulos que hay en el índice en su misma proporción, o al menos una muestra suficiente de los mismos a través de una optimización. En el caso de que hubiese optado por la réplica sintética, habrá utilizado un SWAP para seguir el índice y, por lo tanto, se está presuponiendo que la contraparte que lo vende, va a cumplir sus obligaciones de pagar si se vende dicho ETF.

Los ETF de réplica física y sintética están expuestos a riesgos diferentes, siendo más limitados en la primera, al ser más transparentes y no depender al 100% de un tercero. Es relevante que además tienen costes e impuestos distintos, haciendo que a veces los compradores tengan preferencia por unos u otros de forma miope.

¿Por qué hay más ETF de renta variable que de renta fija?

La principal razón es que son dos subyacentes diferentes. Los gestores profesionales se encuentran más cómodos a la hora de obtener liquidez con la renta variable. Se ejecutan en mercado abierto listado frente a la ejecución over the counter de la renta fija, en la que hay que buscar contrapartidas.

Los ETF de renta fija tienen un futuro prometedor, pero siendo el subyacente diferente al de la renta variable, es importante que sus usuarios elijan bien los emisores de dichos ETF. Incluso en el caso de utilizar réplicas físicas, la búsqueda de liquidez al construir o deshacer la réplica, puede encontrar dificultades.

Durante 2019 se vendieron más ETF de renta fija que de renta variable en Europa. Aunque en porcentaje los ETF de renta fija en Europa tienen un peso mayor al de los de renta fija en EEUU. En concreto, alrededor de un 30% frente a un 20%, respectivamente, del total de activos invertidos en fondos cotizados.

Hay gestores profesionales que no se encuentran cómodos con las réplicas que se les proponen en las gamas de ETF de renta fija. En los casos de réplica sintética por depender de SWAPs vendidos por una contrapartida bancaria. Y, en los casos de réplica física, por tener dudas en ciertos escenarios del mercado, sobre la capacidad de la gestora a la hora de ejecutar los bonos con contrapartidas adecuadas.

¿Tiene éxito entre los inversores?

El apetito por los ETF sintéticos tanto de renta variable como de renta fija por parte de los expertos, suele disminuir en momentos de alta volatilidad con la llegada de mercados bajistas, al aumentar el riesgo de contrapartida. En un pánico vendedor, la importancia de las réplicas tiene trascendencia.

La Fed americana en el programa de compras de deuda que implantó con la crisis del Covid-19, incluyó como novedad la posibilidad de comprar ETF. A la hora de utilizarlos, concentró su actividad en ETF de tan solo dos proveedores diferentes en el 83% de sus compras.

Con tres décadas de experiencia en los mercados, me siento más cómodo al comprar un ETF si lo emite una gestora de probada solvencia en la materia, a poder ser grande y conocida, con experimentados servicios de ejecución. En el caso de tener que seleccionar un ETF de renta fija lo tengo aún más claro.

Esta recomendación no sólo se debe al riesgo de contrapartida en el SWAP, en caso de comprar un ETF sintético, sino también por cómo lleven a cabo la ejecución de las réplicas físicas, siendo los riesgos asumidos diferentes dependiendo de que se trate de renta fija o variable. También me resulta relevante el porcentaje de los valores que están permitidos participen en un potencial programa de préstamos de títulos.