Update del Merian GEAR: así han movido la cartera Ian Heslop y Amadeo Alentorn

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El primer trimestre de 2020 ha sido el escenario de la peor semana para las bolsas mundiales desde la crisis financiera de 2008. La magnitud del COVID-19 empujó a los inversores a huir de activos como la renta variable, las materias primeras o deuda emergente ante la previsión de una inevitable recesión económica a escala global. Los principales índices se anotaron caídas de doble dígito. El Eurostoxx 600 sufrió su mayor corrección trimestral desde 2002 mientras que el Nikkei japonés vivió su caída más pronunciada desde 2008. En ese contexto, el Merian Global Equity Absolute Return, fondo con Sello FundsPeople 2020 por su calificación de Blockbuster, capeó el primer trimestre del año con una caída del 2,5% en su NAV (net asset value).

El grueso de ese retorno negativo se produjo en apenas tres días a mediados de marzo, cuando todas las clases de activos corrigieron, cuenta Ian Heslop, co gestor junto con Amadeo Alentorn de este fondo de gestión alternativa de Merian GI. La estrategia se sirve de indicadores cuantitativos para componer la cartera y ahora mismo estos reflejan un desplome pronunciado del apetito por el riesgo.

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Como se refleja en el gráfico anterior, la debilidad en el sentimiento inversor es pronunciada en todas las regiones, que han retrocedido hasta estar en el espacio del pesimismo alto. Además, Heslop destaca que en Estados Unidos, Asia Pacífico y Europa están en un entorno de mercado de alto riesgo.

Balance del primer trimestre

El fondo no ha sido inmune a la magnitud de la corrección del primer trimestre. El mayor contribuidor negativo durante el trimestre, por características, fue el de gestión empresarial. Esto se explica por la reevaluación de las recompras de acciones como resultado de la caída económica y su impacto en los balances de las compañías. En el criterio de selección dinámica de valores la diversificación que ofrece la característica de calidad no fue suficiente para mitigar el impacto negativo del value en este periodo. Del lado contrario, la característica de dinámicas del mercado contribuyó positivamente gracias a las señales de momentum de la industria y reversiones. La contribución de crecimiento sostenible también fue marginalmente positiva. Sectorialmente, pesó la debilidad en la selección de valores en los sectores de tecnología de la información y material.

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Screen_Shot_2020-05-07_at_00Movimientos en la cartera

El uso del factor de información de precios, específicamente el componente de dinámicas del mercado, se ha reducido a aproximadamente un tercio de la cartera. Dentro de la misma, la exposición a señales momentum ha seguido cayendo mientras que la dependencia al factor de reversión ha crecido. Esto refleja la expectativa del equipo de que un entornos de mayor volatilidad transversal las reversiones deberían tener un mayor impacto en los retornos. Es un posicionamiento que afectó negativamente al retorno del fondo en el último trimestre de 2019 dado la naturaleza excepcional del mercado durante ese periodo, muy dirigido por el momento. Ahora que la estructura de mercado se ha normalizado, los gestores sienten que el fondo se ha beneficiado de este posicionamiento.

Por otro lado, siguen con una posición relativamente baja en el indicador de value, con una mayor asignación a calidad, dentro del componente de valoración dinámica. Aunque el indicador de calidad no ha dado los retornos asociados a entornos de risk off como en 2011, sí notan los gestores que ha mejorado en los últimos 12 meses. Así, en conjunto, la asignación a factores basado en fundamentales suponen un tercio de la cartera.

El tercio restante del presupuesto del riesgo responde a los indicadores de analistas. Heslop destaca que la naturaleza cortoplacista de este factor se ha mostrado resiliente teniendo en cuenta el nivel de turbulencia de los mercados.