Quién es quién en el mundo de los ETF activos en España y en Europa en 2024

La utilidad que los inversores le ven al ETF es cada vez mayor. Primero fue visto como un producto para ganar exposición a renta variable. Ahora, también se ve como una solución para invertir en renta fija. Al principio se adoptó como una herramienta para realizar apuestas tácticas, de corto plazo. Hoy, también se emplean para construir el core de las carteras, con un horizonte de inversión de medio-largo plazo. Antes, era percibido únicamente como un producto de gestión pasiva. Actualmente, también de gestión activa.

Una nueva visión sobre el producto no lamina a la otra, sino que la complementa. Es uno de los factores que explica el hecho de que, desde que se lanzase el primer fondo cotizado hace ya más de 30 años, el sector haya ido creciendo ininterrumpidamente en activos año tras año. En este sentido, la irrupción de proveedores en la industria de ETF con una visión y propuesta diferente sobre el vehículo está siendo clave para esta última vuelta de tuerca sobre el producto.

Por ahora, la que más éxito comercial está teniendo en Europa es J.P. Morgan AM. Según datos de Morningstar, cuenta con una cuota de mercado del 44% en esta categoría. La firma entró en el negocio de los ETF hace siete años. Lo hizo, desde el principio, reformulando el concepto sobre el producto. “El inversor tiende a relacionar los fondos cotizados con la gestión pasiva y nosotros venimos a este negocio a desmitificar esto”, asegura Lorena Martínez-Olivares, responsable de ETF para España y Portugal en J.P.Morgan AM.

Desde entonces, la entidad ha mantenido su discurso y, poco a poco, la idea ha ido calando. Es cierto que el volumen que gestionan los ETF en activos es todavía pequeño. A cierre de 2023, apenas alcanzaban los 30.000 millones. Y que, con respecto al patrimonio total que hay en ETF en Europa, el porcentaje es todavía muy pequeño (1,8%). Pero también lo es que están abriéndose camino. “Representaron el 4,6% de todos los flujos de 2023”, apunta José Zárate, director de Análisis de ETF en Morningstar.

Aunque sigue siendo un nicho, los “Active ETF”, como se les conoce en el mundo anglosajón, es un área del mercado de ETF que está ganando popularidad. Inicialmente dominados por estrategias de bonos (por ejemplo, el Pimco US Dollar Short Maturity ETF o el Pimco Euro Short Maturity ETF), en los últimos años la mayor parte del crecimiento de activos y el desarrollo de producto se ha producido por el lado de las acciones. Y también por la aparición de nuevos jugadores, que están apostando fuerte por ellos, con un éxito comercial que va a más.

J.P.Morgan AM y Fidelity, las dos mayores gestoras de ETF activos por patrimonio gestionado en España

J.P.Morgan AM duplicó su patrimonio el año pasado en ETF activos en Europa y hoy cuenta con 12.700 millones en sus productos. Según datos del barómetro que publica FundsPeople, en torno a 500 millones están en España. Fidelity, otro de los actores que está volcándose en este negocio, también ha experimentado un significativo crecimiento tanto en activos como en flujos el año pasado a nivel europeo. Captó 1.000 millones y elevó su patrimonio por encima de los 3.000 en estos vehículos. Su volumen en España también ronda los 500 millones.

“Los ETF de gestión activa van a cambiar las reglas del juego”, augura Domingo Barroso, responsable de desarrollo de negocio de ETF de Fidelity para Iberia. En su opinión, la compresión de márgenes y reducción de costes que vive la industria está llevando a sus clientes a buscar alfa a bajo coste, con una mayor visibilidad de la cartera, reduciendo el tracking error y a través de un vehículo que les permita continuar beneficiándose de todas las ventajas de los fondos de gestión activa tradicionales (análisis fundamental, gestión de riesgos, análisis ASG…). “Es decir: quiere lo mismo, pero bajo un formato más eficiente, más trasparente, con menores costes y más dinámico”, resume.

El ETF activo entra en las carteras de los inversores españoles

En España, algunos selectores ya han comprado la idea. Ven a los ETF activos como una buena manera para invertir en renta fija con un componente ASG. Es el caso de Santander AM. “Los ETF sostenibles van a ser el gran impulsor de los fondos cotizados de gestión activa”, asegura Marcos Aza, gestor de carteras sénior en el equipo Quantitative Investment Solutions en Santander AM. “Para garantizar que todos los criterios de sostenibilidad se cumplan, se requiere un mayor grado de detalle que lo que te ofrece un índice. Y la única manera es que exista una gestión activa detrás”, destaca.

Respecto a este último punto, Zárate hace una observación sobre lo que los inversores deberían esperar de ellos. Tras estudiar en profundidad esta tipología de producto ha llegado a la conclusión de que las estrategias activas vendidas a través del envoltorio ETF no muestran la flexibilidad total que pueden tener los fondos activos tradicionales. “Sí, son activos, pero sólo hasta cierto punto. Lo son para mantener el tracking error frente al índice de referencia dentro de niveles aceptables y, por tanto, reducir la rotación y los costes de gestión”, manifiesta el experto de Morningstar.

De cara al futuro, todo apunta a que la oferta en este segmento va a crecer. Robeco, por ejemplo, irrumpió el año pasado en el negocio de ETF activos anunciado el lanzamiento en 2024 de su gama, mientras que otras grandes casas, como Invesco, no ignoran esta nueva visión sobre el vehículo y están reconvirtiendo algunas estrategias cuantitativas de smart beta en ETF activos. “Es un concepto interesante y no queremos quedarnos fuera”, reconoce Laure Peyranne, responsable de ETF de Invesco para Iberia. Cada vez más proveedores se están sumando a la ola activa en el mundo de los ETF.

Los 20 mayores proveedores de ETF activos en Europa por patrimonio gestionado a cierre de 2023

La utilidad que los inversores le ven al ETF es cada vez mayor. Primero fue visto como un producto para ganar exposición a renta variable. Ahora, también se ve como una solución para invertir en renta fija. Al principio se adoptó como una herramienta para realizar apuestas tácticas, de corto plazo. Hoy, también se emplean para construir el core de las carteras, con un horizonte de inversión de medio-largo plazo. Antes, era percibido únicamente como un producto de gestión pasiva. Actualmente, también de gestión activa.

Una nueva visión sobre el producto no lamina a la otra, sino que la complementa. Es uno de los factores que explica el hecho de que, desde que se lanzase el primer fondo cotizado hace ya más de 30 años, el sector haya ido creciendo ininterrumpidamente en activos año tras año. En este sentido, la irrupción de proveedores en la industria de ETF con una visión y propuesta diferente sobre el vehículo está siendo clave para esta última vuelta de tuerca sobre el producto.

Por ahora, la que más éxito comercial está teniendo en Europa es J.P. Morgan AM. Según datos de Morningstar, cuenta con una cuota de mercado del 44% en esta categoría. La firma entró en el negocio de los ETF hace siete años. Lo hizo, desde el principio, reformulando el concepto sobre el producto. “El inversor tiende a relacionar los fondos cotizados con la gestión pasiva y nosotros venimos a este negocio a desmitificar esto”, asegura Lorena Martínez-Olivares, responsable de ETF para España y Portugal en J.P.Morgan AM.

Desde entonces, la entidad ha mantenido su discurso y, poco a poco, la idea ha ido calando. Es cierto que el volumen que gestionan los ETF en activos es todavía pequeño. A cierre de 2023, apenas alcanzaban los 30.000 millones. Y que, con respecto al patrimonio total que hay en ETF en Europa, el porcentaje es todavía muy pequeño (1,8%). Pero también lo es que están abriéndose camino. “Representaron el 4,6% de todos los flujos de 2023”, apunta José Zárate, director de Análisis de ETF en Morningstar.

Aunque sigue siendo un nicho, los “Active ETF”, como se les conoce en el mundo anglosajón, es un área del mercado de ETF que está ganando popularidad. Inicialmente dominados por estrategias de bonos (por ejemplo, el Pimco US Dollar Short Maturity ETF o el Pimco Euro Short Maturity ETF), en los últimos años la mayor parte del crecimiento de activos y el desarrollo de producto se ha producido por el lado de las acciones. Y también por la aparición de nuevos jugadores, que están apostando fuerte por ellos, con un éxito comercial que va a más.

J.P.Morgan AM y Fidelity, las dos mayores gestoras de ETF activos por patrimonio gestionado en España

J.P.Morgan AM duplicó su patrimonio el año pasado en ETF activos en Europa y hoy cuenta con 12.700 millones en sus productos. Según datos del barómetro que publica FundsPeople, en torno a 500 millones están en España. Fidelity, otro de los actores que está volcándose en este negocio, también ha experimentado un significativo crecimiento tanto en activos como en flujos el año pasado a nivel europeo. Captó 1.000 millones y elevó su patrimonio por encima de los 3.000 en estos vehículos. Su volumen en España también ronda los 500 millones.

“Los ETF de gestión activa van a cambiar las reglas del juego”, augura Domingo Barroso, responsable de desarrollo de negocio de ETF de Fidelity para Iberia. En su opinión, la compresión de márgenes y reducción de costes que vive la industria está llevando a sus clientes a buscar alfa a bajo coste, con una mayor visibilidad de la cartera, reduciendo el tracking error y a través de un vehículo que les permita continuar beneficiándose de todas las ventajas de los fondos de gestión activa tradicionales (análisis fundamental, gestión de riesgos, análisis ASG…). “Es decir: quiere lo mismo, pero bajo un formato más eficiente, más trasparente, con menores costes y más dinámico”, resume.

El ETF activo entra en las carteras de los inversores españoles

En España, algunos selectores ya han comprado la idea. Ven a los ETF activos como una buena manera para invertir en renta fija con un componente ASG. Es el caso de Santander AM. “Los ETF sostenibles van a ser el gran impulsor de los fondos cotizados de gestión activa”, asegura Marcos Aza, gestor de carteras sénior en el equipo Quantitative Investment Solutions en Santander AM. “Para garantizar que todos los criterios de sostenibilidad se cumplan, se requiere un mayor grado de detalle que lo que te ofrece un índice. Y la única manera es que exista una gestión activa detrás”, destaca.

Respecto a este último punto, Zárate hace una observación sobre lo que los inversores deberían esperar de ellos. Tras estudiar en profundidad esta tipología de producto ha llegado a la conclusión de que las estrategias activas vendidas a través del envoltorio ETF no muestran la flexibilidad total que pueden tener los fondos activos tradicionales. “Sí, son activos, pero sólo hasta cierto punto. Lo son para mantener el tracking error frente al índice de referencia dentro de niveles aceptables y, por tanto, reducir la rotación y los costes de gestión”, manifiesta el experto de Morningstar.

De cara al futuro, todo apunta a que la oferta en este segmento va a crecer. Robeco, por ejemplo, irrumpió el año pasado en el negocio de ETF activos anunciado el lanzamiento en 2024 de su gama, mientras que otras grandes casas, como Invesco, no ignoran esta nueva visión sobre el vehículo y están reconvirtiendo algunas estrategias cuantitativas de smart beta en ETF activos. “Es un concepto interesante y no queremos quedarnos fuera”, reconoce Laure Peyranne, responsable de ETF de Invesco para Iberia. Cada vez más proveedores se están sumando a la ola activa en el mundo de los ETF.

Los 20 mayores proveedores de ETF activos en Europa por patrimonio gestionado a cierre de 2023

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