Ranking de las gestoras de ETF con más patrimonio en España en 2024

La gestión indexada dio el año pasado un importante salto en España. Su peso aumentó. Y de manera considerable. Según datos del barómetro que publica FundsPeople, de los casi 328.000 millones de euros que había invertidos a cierre de 2023 en Instituciones de Inversión Colectiva (IIC) extranjeras, 85.000 estaban en ETF o fondos indexados (aproximadamente 65.000 están en los primeros y los otros 20.000 en los segundos). Hoy, estos vehículos representan el 26% del total, frente al 18,8% de hace tres años. Es decir: actualmente uno de cada cuatro euros que atesoran las firmas extranjeras en España está en un fondo cotizado o un fondo índice.

La variación con respecto al año anterior es significativa. Son cuatro puntos más de cuota de mercado. En términos absolutos, el aumento patrimonial ha sido de 20.000 millones. BlackRock es la gestora que más ha visto aumentar su volumen de activos en ETF y fondos indexados. Al término de 2023 contaba con 31.300 millones en España en estos vehículos, 5.400 más que en diciembre de 2022. Es el 72% de todo lo que gestiona la firma americana a nivel local (algo más de 43.500 millones). Doce meses antes la parte indexada suponía el 65%. Hace tres años, 10 puntos menos que ahora.

La forma en la que está evolucionando el negocio de BlackRock en España no es un fenómeno aislado. Es algo que también están experimentando los principales proveedores de ETF y fondos indexados. Amundi vio el año pasado cómo el volumen patrimonial en este tipo de vehículos aumentaba en casi 4.000 millones, hasta los 19.300. Actualmente, de los 36.200 millones que gestiona la entidad, el 53% están en ETF y fondos indexados. Tres años atrás, la gestión activa era dominante y la pasiva suponía el 39%.

Las balanzas se están desnivelando. Uno de los casos más destacados el año pasado fue el de Invesco. La gestora elevó en 1.800 millones su patrimonio en gestión pasiva, hasta los 7.600 millones. Hoy, el 64% de los casi 12.000 millones que tiene la firma a nivel local están en ETF y fondos indexados, cuando hace tres años su peso era del 36%.

¿Canibalización?

Por ahora, no se puede afirmar que una parte del negocio esté canibalizando a la otra. Pero, analizando lo ocurrido estrictamente el año pasado, lo que sí se puede decir es que, en todos los casos, el patrimonio de los vehículos en formato ETF o fondos indexados que comercializan los principales proveedores ha aumentado, que su peso sobre el total de los activos gestionados también lo ha hecho y que, aunque hay excepciones, los volúmenes patrimoniales en estrategias de gestión activa tendió a menguar.

“La gestión indexada está ganando cada vez más peso en las carteras de los inversores españoles, sobre todo en aquellas entidades que están migrando sus negocios hacia modelos de gestión discrecional”, revela Silvia Senra, responsable de distribución digital para BlackRock en Iberia. Lo aprecia especialmente en la penetración que están teniendo los fondos indexados en entidades con gestión discrecional, que se están apoyando en este tipo de vehículos para construir sus building blocks.

Pero no es el único fenómeno que explica el fuerte crecimiento experimentado por el negocio de gestión pasiva de BlackRock el año pasado. “A nivel institucional, hemos observado una mayor adopción de los vehículos indexados por parte de los fondos de pensiones y las aseguradoras. Y, en un grado inferior, por parte de las fundaciones y los family office”, revela. También destaca como fuente de crecimiento para los ETF las plataformas digitales, así como las carteras de fondos de fondos de las gestoras locales.

Su visión es muy parecida a la de Juan San Pío, responsable de Ventas para Iberia y Latinoamérica en Amundi ETF, Indexing & Smart Beta. La gestora vio aumentar en 3.600 millones su patrimonio en gestión pasiva el año pasado. En lo que respecta a las captaciones netas por tipología de cliente, se explican por el mayor uso que hacen los gestores de fondos y los gestores de planes de pensiones de los fondos cotizados en sus carteras. Eso, en lo que atañe a los ETF.

Dentro de la parte de indexados, donde también han registrado entradas netas, los principales flujos les provinieron de las bancas privadas. Por clase de activo, en renta variable, las mayores captaciones las registraron los productos que replican índices core, mientras que en renta fija se centraron en estrategias de crédito con grado de inversión.

La percepción de Laure Peyranne presenta algunas coincidencias con la de San Pío. “Por perfil de cliente, en nuestro caso, la gran mayoría de flujos nos vienen por los fondos de fondos y fondos de pensiones, aunque también hemos visto entradas de dinero cada vez más significativas de bancas privadas y family office”, revela la responsable de ETF para Iberia, Latinoamérica y Estados Unidos Offshore en Invesco. A nivel de producto, es un crecimiento que le ha venido principalmente por el interés de los inversores por la renta variable americana, concretamente por estrategias que replican el S&P 500, el S&P 500 ESG y el Nasdaq.

Es la manera en la que está evolucionando un negocio hiper concentrado, en el que cinco proveedores (BlackRock, Amundi, Vanguard, Invesco y DWS) concentran el 90% de los activos en España.

La gestión indexada dio el año pasado un importante salto en España. Su peso aumentó. Y de manera considerable. Según datos del barómetro que publica FundsPeople, de los casi 328.000 millones de euros que había invertidos a cierre de 2023 en Instituciones de Inversión Colectiva (IIC) extranjeras, 85.000 estaban en ETF o fondos indexados (aproximadamente 65.000 están en los primeros y los otros 20.000 en los segundos). Hoy, estos vehículos representan el 26% del total, frente al 18,8% de hace tres años. Es decir: actualmente uno de cada cuatro euros que atesoran las firmas extranjeras en España está en un fondo cotizado o un fondo índice.

La variación con respecto al año anterior es significativa. Son cuatro puntos más de cuota de mercado. En términos absolutos, el aumento patrimonial ha sido de 20.000 millones. BlackRock es la gestora que más ha visto aumentar su volumen de activos en ETF y fondos indexados. Al término de 2023 contaba con 31.300 millones en España en estos vehículos, 5.400 más que en diciembre de 2022. Es el 72% de todo lo que gestiona la firma americana a nivel local (algo más de 43.500 millones). Doce meses antes la parte indexada suponía el 65%. Hace tres años, 10 puntos menos que ahora.

La forma en la que está evolucionando el negocio de BlackRock en España no es un fenómeno aislado. Es algo que también están experimentando los principales proveedores de ETF y fondos indexados. Amundi vio el año pasado cómo el volumen patrimonial en este tipo de vehículos aumentaba en casi 4.000 millones, hasta los 19.300. Actualmente, de los 36.200 millones que gestiona la entidad, el 53% están en ETF y fondos indexados. Tres años atrás, la gestión activa era dominante y la pasiva suponía el 39%.

Las balanzas se están desnivelando. Uno de los casos más destacados el año pasado fue el de Invesco. La gestora elevó en 1.800 millones su patrimonio en gestión pasiva, hasta los 7.600 millones. Hoy, el 64% de los casi 12.000 millones que tiene la firma a nivel local están en ETF y fondos indexados, cuando hace tres años su peso era del 36%.

¿Canibalización?

Por ahora, no se puede afirmar que una parte del negocio esté canibalizando a la otra. Pero, analizando lo ocurrido estrictamente el año pasado, lo que sí se puede decir es que, en todos los casos, el patrimonio de los vehículos en formato ETF o fondos indexados que comercializan los principales proveedores ha aumentado, que su peso sobre el total de los activos gestionados también lo ha hecho y que, aunque hay excepciones, los volúmenes patrimoniales en estrategias de gestión activa tendió a menguar.

“La gestión indexada está ganando cada vez más peso en las carteras de los inversores españoles, sobre todo en aquellas entidades que están migrando sus negocios hacia modelos de gestión discrecional”, revela Silvia Senra, responsable de distribución digital para BlackRock en Iberia. Lo aprecia especialmente en la penetración que están teniendo los fondos indexados en entidades con gestión discrecional, que se están apoyando en este tipo de vehículos para construir sus building blocks.

Pero no es el único fenómeno que explica el fuerte crecimiento experimentado por el negocio de gestión pasiva de BlackRock el año pasado. “A nivel institucional, hemos observado una mayor adopción de los vehículos indexados por parte de los fondos de pensiones y las aseguradoras. Y, en un grado inferior, por parte de las fundaciones y los family office”, revela. También destaca como fuente de crecimiento para los ETF las plataformas digitales, así como las carteras de fondos de fondos de las gestoras locales.

Su visión es muy parecida a la de Juan San Pío, responsable de Ventas para Iberia y Latinoamérica en Amundi ETF, Indexing & Smart Beta. La gestora vio aumentar en 3.600 millones su patrimonio en gestión pasiva el año pasado. En lo que respecta a las captaciones netas por tipología de cliente, se explican por el mayor uso que hacen los gestores de fondos y los gestores de planes de pensiones de los fondos cotizados en sus carteras. Eso, en lo que atañe a los ETF.

Dentro de la parte de indexados, donde también han registrado entradas netas, los principales flujos les provinieron de las bancas privadas. Por clase de activo, en renta variable, las mayores captaciones las registraron los productos que replican índices core, mientras que en renta fija se centraron en estrategias de crédito con grado de inversión.

La percepción de Laure Peyranne presenta algunas coincidencias con la de San Pío. “Por perfil de cliente, en nuestro caso, la gran mayoría de flujos nos vienen por los fondos de fondos y fondos de pensiones, aunque también hemos visto entradas de dinero cada vez más significativas de bancas privadas y family office”, revela la responsable de ETF para Iberia, Latinoamérica y Estados Unidos Offshore en Invesco. A nivel de producto, es un crecimiento que le ha venido principalmente por el interés de los inversores por la renta variable americana, concretamente por estrategias que replican el S&P 500, el S&P 500 ESG y el Nasdaq.

Es la manera en la que está evolucionando un negocio hiper concentrado, en el que cinco proveedores (BlackRock, Amundi, Vanguard, Invesco y DWS) concentran el 90% de los activos en España.

Un proyecto de: