La realidad económica fuera de los mercados bursátiles

Elena Hita

“Los mercados privados son una oportunidad”, ofrecen una “ rentabilidad atractiva y consistente” a largo plazo y, tanto en periodos macroeconómicos buenos como en malos, “ha dado mejor rentabilidad que su activo líquido comparable y con menor volatilidad, pero tiene el inconveniente de la iliquidez”. Así lo advierte Miguel Zurita, managing partner y co-chairman de Private Equity en AltamarCAM Partners, señalando que el inversor, ya sea privado o institucional, “no es consciente de lo cara que es la liquidez en forma de renuncia a rentabilidad frente a otras alternativas ilíquidas”.

Durante su participación en la I edición del I Think Tank AlterForum organizado por FundsPeople para abordar tendencias, retos y oportunidades de inversión del mercado privado en España, Zurita asegura que este segmento de empresas representan la “mejor propuesta de creación de valor a largo plazo”. Al no cotizar, las compañías no sufren la presión de los accionistas de tener que comunicar buenos resultados trimestrales, “lo que las permite centrarse en un horizonte temporal mayor”.

La imposibilidad del market timing

Por otra parte, considera que en este perfil de compañías el alineamiento de intereses de los directivos con los inversores es mejor que en las cotizadas. La participación del fondo inversor supone una gestión activa apoyando a los directivos en esa creación de valor a largo plazo.

"La primera línea de defensa es la diversificación e invertir de la mano de los mejores gestores que hayan sido capaces de navegar ya otros periodos de incertidumbre"

En cuanto a la menor volatilidad, Zurita recuerda que los compromisos de inversión tienen una duración en mercados privados de en torno a una década, por lo que no solo es “importante la diversificación, sino también la disciplina y el orden”. En este sentido, hacer market timing es “complicado”, cuando no “imposible”. “Puede que si lo intentas el resultado conseguido sea el contrario, porque desde que decides el sector, seleccionas al gestor y se pone a trabajar tu capital puede pasar un año”, añade. A su juicio no tiene mucho sentido centrarse en la coyuntura económica en la construcción de la cartera.

Más allá de la bolsa

Miguel Zurita afirma que la tendencia de crecimiento de la inversión alternativa es “imparable”. La realidad económica fuera de los mercados bursátiles es mucho mayor que la representada por la bolsa y, además, “es la más dinámica e innovadora. No capturamos el crecimiento del mundo estando solamente en bolsa”, asevera.

En su opinión, “en la medida en que los activos privados sean capaces de ofrecer mejores soluciones”, por un lado, las compañías van a demandar más esta modalidad de financiación en los mercados privados y, por otro, los inversores van a encontrar “más oportunidades atractivas”. El recorrido es enorme, “estamos muy lejos del final”, dice.

Oportunidades y riesgos

Además del rendimiento de los activos de deuda privada, aupado por la subida de tipos de interés, el directivo destaca el mercado de secundarios de private equity, al que califica de “proveedor de liquidez en este mercado”. En un momento en el que la demanda de reembolsos y la liquidez “es necesaria y hay menos en el sistema, el inversor en secundarios se beneficia del volumen de oportunidades y los precios a los que se puede comprar”.

Asimismo, nombra las infraestructuras, por su cobertura contra la inflación, pero advierte de que es más sensible al alza del precio del dinero.

A nivel de riesgos, managing partner y co-chairman de Private Equity en AltamarCAM Partners señala que, como protección, “la primera línea de defensa es siempre la diversificación e invertir de la mano de los mejores gestores que hayan sido capaces de navegar ya otros periodos de incertidumbre con éxito. Dicho esto, hoy más que nunca evitamos situaciones de alto apalancamiento y buscamos situaciones asimétricas, donde podemos aprovechar el upside pero reduciendo el downside, por el tipo de instrumento financiero en que invirtamos, porque el activo tiene un flujo estable y asegurado de ingresos a largo plazo, o por muchas otras vías”.

Elena Hita

“Los mercados privados son una oportunidad”, ofrecen una “ rentabilidad atractiva y consistente” a largo plazo y, tanto en periodos macroeconómicos buenos como en malos, “ha dado mejor rentabilidad que su activo líquido comparable y con menor volatilidad, pero tiene el inconveniente de la iliquidez”. Así lo advierte Miguel Zurita, managing partner y co-chairman de Private Equity en AltamarCAM Partners, señalando que el inversor, ya sea privado o institucional, “no es consciente de lo cara que es la liquidez en forma de renuncia a rentabilidad frente a otras alternativas ilíquidas”.

Durante su participación en la I edición del I Think Tank AlterForum organizado por FundsPeople para abordar tendencias, retos y oportunidades de inversión del mercado privado en España, Zurita asegura que este segmento de empresas representan la “mejor propuesta de creación de valor a largo plazo”. Al no cotizar, las compañías no sufren la presión de los accionistas de tener que comunicar buenos resultados trimestrales, “lo que las permite centrarse en un horizonte temporal mayor”.

La imposibilidad del market timing

Por otra parte, considera que en este perfil de compañías el alineamiento de intereses de los directivos con los inversores es mejor que en las cotizadas. La participación del fondo inversor supone una gestión activa apoyando a los directivos en esa creación de valor a largo plazo.

"La primera línea de defensa es la diversificación e invertir de la mano de los mejores gestores que hayan sido capaces de navegar ya otros periodos de incertidumbre"

En cuanto a la menor volatilidad, Zurita recuerda que los compromisos de inversión tienen una duración en mercados privados de en torno a una década, por lo que no solo es “importante la diversificación, sino también la disciplina y el orden”. En este sentido, hacer market timing es “complicado”, cuando no “imposible”. “Puede que si lo intentas el resultado conseguido sea el contrario, porque desde que decides el sector, seleccionas al gestor y se pone a trabajar tu capital puede pasar un año”, añade. A su juicio no tiene mucho sentido centrarse en la coyuntura económica en la construcción de la cartera.

Más allá de la bolsa

Miguel Zurita afirma que la tendencia de crecimiento de la inversión alternativa es “imparable”. La realidad económica fuera de los mercados bursátiles es mucho mayor que la representada por la bolsa y, además, “es la más dinámica e innovadora. No capturamos el crecimiento del mundo estando solamente en bolsa”, asevera.

En su opinión, “en la medida en que los activos privados sean capaces de ofrecer mejores soluciones”, por un lado, las compañías van a demandar más esta modalidad de financiación en los mercados privados y, por otro, los inversores van a encontrar “más oportunidades atractivas”. El recorrido es enorme, “estamos muy lejos del final”, dice.

Oportunidades y riesgos

Además del rendimiento de los activos de deuda privada, aupado por la subida de tipos de interés, el directivo destaca el mercado de secundarios de private equity, al que califica de “proveedor de liquidez en este mercado”. En un momento en el que la demanda de reembolsos y la liquidez “es necesaria y hay menos en el sistema, el inversor en secundarios se beneficia del volumen de oportunidades y los precios a los que se puede comprar”.

Asimismo, nombra las infraestructuras, por su cobertura contra la inflación, pero advierte de que es más sensible al alza del precio del dinero.

A nivel de riesgos, managing partner y co-chairman de Private Equity en AltamarCAM Partners señala que, como protección, “la primera línea de defensa es siempre la diversificación e invertir de la mano de los mejores gestores que hayan sido capaces de navegar ya otros periodos de incertidumbre con éxito. Dicho esto, hoy más que nunca evitamos situaciones de alto apalancamiento y buscamos situaciones asimétricas, donde podemos aprovechar el upside pero reduciendo el downside, por el tipo de instrumento financiero en que invirtamos, porque el activo tiene un flujo estable y asegurado de ingresos a largo plazo, o por muchas otras vías”.

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