¿Son sólidos los argumentos de rentabilidad y diversificación para invertir en mercados privados?

Desde hace tiempo, los gestores de patrimonios de clientes privados disponen de argumentos sólidos para asignar capital a activos privados. Estas asignaciones suelen hacerse en busca de una mayor rentabilidad y diversificación, argumentos que los datos históricos siguen respaldando. Pero otros factores, como la aparición de nuevos vehículos de inversión en activos privados y la disminución del número de empresas que cotizan en bolsa, también están impulsando la tendencia. Así lo establece James Lowe, director de ventas de activos privados y fondos de inversión de Schroders.

Señala Lowe que los mercados privados tienen un historial de comportamiento diferente al de los mercados líquidos. Medir la correlación entre las distintas inversiones es crucial para crear una diversificación significativa. Para ilustrarlo emplean datos de Pitchbook, que reflejan que los activos privados pueden contribuir a la diversificación de las carteras.

¿Qué significan las cifras?

Una correlación de 1,0 (coeficiente de correlación) significa que dos activos se mueven exactamente igual. Los números más pequeños indican una correlación más baja.

Como muestra la tabla, la correlación entre las clases de activos privados y los mercados públicos es menor. “Esto les permite ofrecer ventajas de diversificación al moverse con independencia de los mercados públicos”, señala James Ellison, responsable de Data Insights de Activos Privados en Schroders Capital. Además de comportarse de forma diferente a los mercados públicos, “tienden a comportarse de forma diferente entre sí; unas carteras de activos privados bien equilibradas pueden ayudar a mitigar el riesgo”.

Además de los argumentos de diversificación y riesgo, desde Schroders destacan que mientras que el acceso a los mercados privados ha mejorado, las opciones en los mercados públicos han seguido reduciéndose.

El número de empresas que cotizan en bolsa lleva años disminuyendo en los principales mercados de todo el mundo. En 1996 había más de 2.700 empresas en el mercado principal de la Bolsa de Londres. A finales de 2022 se habían reducido a 1.100, un 60%. El número de empresas que cotizan en el Reino Unido ha caído casi un 75% desde los años sesenta. Alemania ha perdido más del 40% de sus empresas públicas desde 2007 y Estados Unidos ha experimentado una caída del 40% desde 1996.

Desde hace tiempo, los gestores de patrimonios de clientes privados disponen de argumentos sólidos para asignar capital a activos privados. Estas asignaciones suelen hacerse en busca de una mayor rentabilidad y diversificación, argumentos que los datos históricos siguen respaldando. Pero otros factores, como la aparición de nuevos vehículos de inversión en activos privados y la disminución del número de empresas que cotizan en bolsa, también están impulsando la tendencia. Así lo establece James Lowe, director de ventas de activos privados y fondos de inversión de Schroders.

Señala Lowe que los mercados privados tienen un historial de comportamiento diferente al de los mercados líquidos. Medir la correlación entre las distintas inversiones es crucial para crear una diversificación significativa. Para ilustrarlo emplean datos de Pitchbook, que reflejan que los activos privados pueden contribuir a la diversificación de las carteras.

¿Qué significan las cifras?

Una correlación de 1,0 (coeficiente de correlación) significa que dos activos se mueven exactamente igual. Los números más pequeños indican una correlación más baja.

Como muestra la tabla, la correlación entre las clases de activos privados y los mercados públicos es menor. “Esto les permite ofrecer ventajas de diversificación al moverse con independencia de los mercados públicos”, señala James Ellison, responsable de Data Insights de Activos Privados en Schroders Capital. Además de comportarse de forma diferente a los mercados públicos, “tienden a comportarse de forma diferente entre sí; unas carteras de activos privados bien equilibradas pueden ayudar a mitigar el riesgo”.

Además de los argumentos de diversificación y riesgo, desde Schroders destacan que mientras que el acceso a los mercados privados ha mejorado, las opciones en los mercados públicos han seguido reduciéndose.

El número de empresas que cotizan en bolsa lleva años disminuyendo en los principales mercados de todo el mundo. En 1996 había más de 2.700 empresas en el mercado principal de la Bolsa de Londres. A finales de 2022 se habían reducido a 1.100, un 60%. El número de empresas que cotizan en el Reino Unido ha caído casi un 75% desde los años sesenta. Alemania ha perdido más del 40% de sus empresas públicas desde 2007 y Estados Unidos ha experimentado una caída del 40% desde 1996.

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