Menores barreras de acceso a los mercados privados

Elena Hita

Los cambios normativos, las dinámicas de la oferta y la demanda son los tres motores de un mercado privado que está en pleno proceso de levantamiento de barreras de entrada y que harán que este segmento crezca “significativamente”, tal y como afirma Ignacio Resusta, Investment Specialist en Private Markets Iberia de UBS AM.

Durante su participación en el I Think Tank AlterForum, foro organizado por FundsPeople para debatir sobre el potencial de la inversión alternativa en nuestro país, Resusta asegura que el perfil retail quiere participar en las estrategias de inversión en los mercados privados “pero no a cualquier coste”, refiriéndose a los obstáculos que dificultan su acceso.

El contexto obliga a adaptar las estrategias a los minoristas, “ofreciéndoles posibilidades como requisitos de inversión mínima más bajos y estructuras de capital totalmente desembolsado, formatos semilíquidos y abiertos"

El primero, recientemente salvado, tiene que ver con la bajada de la inversión mínima, cuyo ticket se ha reducido de 100.000 euros hasta 10.000, para precisamente democratizar esta modalidad inversora alternativa a la tradicional. La segunda son las llamadas de capital o capital calls, que son inyecciones periódicas de fondos requeridas a los partícipes para cumplir con los objetivos del vehículo y a las que, según Resusta, “muchos clientes particulares no están acostumbrados”. El último obstáculo que cita, y que tampoco es bien asumido por el retail, es la referida a los largos periodos de tenencia de los activos.

En este punto, reconoce que el contexto obliga a adaptar las estrategias a los minoristas, “ofreciéndoles posibilidades como requisitos de inversión mínima más bajos y estructuras de capital totalmente desembolsado, formatos semilíquidos y abiertos, en lugar de fondos cerrados que operan con un modelo de capital comprometido y llamadas de capital/distribuciones”.

Al mismo tiempo, señala que las firmas tienen la responsabilidad de “educar a los clientes e informarles sobre qué clase de productos están invirtiendo, ya que los vinculados a los mercados privados conllevan ciertos riesgos intrínsecos”, en alusión a su falta de liquidez.

Menos opacidad y más información

En cuanto a la evolución del apetito inversor, en opinión de Resusta hay un enorme potencial tanto en el perfil institucional como en el minorista. A su juicio, el efecto denominador es más un “efecto numerador, ya que este sigue siendo muy bajo”, mencionando la poca presencia de inversión en mercados privados en los balances de las entidades aseguradoras en nuestro país y, por supuesto, en banca privada, donde observa tres niveles de entrada: canal de distribución, plataformas y regulación.

En este punto, apela a la cautela para no errar en la comercialización según los distintos perfiles de riesgo y considera clave “no ser opacos” y “dar abundante información, datos veraces y ser didácticos”, especialmente si se quiere dar entrada al minorista.

Al mismo tiempo, cree fundamental “dar todas las facilidades al distribuidor con herramientas para vender el producto de la manera más correcta posible”. Todo ello con el foco puesto en evitar problemas adicionales que contagien al sector y generen, además, un riesgo reputacional.

Oportunidades del mercado privado

Resusta pone el foco en el mercado secundario de private equity y su adaptación a vehículos semilíquidos, siendo capaz de ofrecer liquidez periódica a los inversores “en condiciones normales del mercado”. Según explica, esa adaptación se debe a que los periodos de tenencia son menores que los de primario, son capaces de generar mayor liquidez y proporcionar diversificación inmediata en el caso de los LP leds o multi-asset GP leds.

Destaca también el sector inmobiliario en el actual entorno de subidas de tipos, cuyo techo ya se atisba. Dentro del real estate, identifica tres segmentos con mayor potencial: logística, residencial y ciencias de la vida.

A nivel de infraestructuras, menciona las relacionadas con la digitalización y la transición energética más allá de las renovables tradicionales, destaca tendencias como la descarbonización del transporte o el almacenamiento energético.

Elena Hita

Los cambios normativos, las dinámicas de la oferta y la demanda son los tres motores de un mercado privado que está en pleno proceso de levantamiento de barreras de entrada y que harán que este segmento crezca “significativamente”, tal y como afirma Ignacio Resusta, Investment Specialist en Private Markets Iberia de UBS AM.

Durante su participación en el I Think Tank AlterForum, foro organizado por FundsPeople para debatir sobre el potencial de la inversión alternativa en nuestro país, Resusta asegura que el perfil retail quiere participar en las estrategias de inversión en los mercados privados “pero no a cualquier coste”, refiriéndose a los obstáculos que dificultan su acceso.

El contexto obliga a adaptar las estrategias a los minoristas, “ofreciéndoles posibilidades como requisitos de inversión mínima más bajos y estructuras de capital totalmente desembolsado, formatos semilíquidos y abiertos"

El primero, recientemente salvado, tiene que ver con la bajada de la inversión mínima, cuyo ticket se ha reducido de 100.000 euros hasta 10.000, para precisamente democratizar esta modalidad inversora alternativa a la tradicional. La segunda son las llamadas de capital o capital calls, que son inyecciones periódicas de fondos requeridas a los partícipes para cumplir con los objetivos del vehículo y a las que, según Resusta, “muchos clientes particulares no están acostumbrados”. El último obstáculo que cita, y que tampoco es bien asumido por el retail, es la referida a los largos periodos de tenencia de los activos.

En este punto, reconoce que el contexto obliga a adaptar las estrategias a los minoristas, “ofreciéndoles posibilidades como requisitos de inversión mínima más bajos y estructuras de capital totalmente desembolsado, formatos semilíquidos y abiertos, en lugar de fondos cerrados que operan con un modelo de capital comprometido y llamadas de capital/distribuciones”.

Al mismo tiempo, señala que las firmas tienen la responsabilidad de “educar a los clientes e informarles sobre qué clase de productos están invirtiendo, ya que los vinculados a los mercados privados conllevan ciertos riesgos intrínsecos”, en alusión a su falta de liquidez.

Menos opacidad y más información

En cuanto a la evolución del apetito inversor, en opinión de Resusta hay un enorme potencial tanto en el perfil institucional como en el minorista. A su juicio, el efecto denominador es más un “efecto numerador, ya que este sigue siendo muy bajo”, mencionando la poca presencia de inversión en mercados privados en los balances de las entidades aseguradoras en nuestro país y, por supuesto, en banca privada, donde observa tres niveles de entrada: canal de distribución, plataformas y regulación.

En este punto, apela a la cautela para no errar en la comercialización según los distintos perfiles de riesgo y considera clave “no ser opacos” y “dar abundante información, datos veraces y ser didácticos”, especialmente si se quiere dar entrada al minorista.

Al mismo tiempo, cree fundamental “dar todas las facilidades al distribuidor con herramientas para vender el producto de la manera más correcta posible”. Todo ello con el foco puesto en evitar problemas adicionales que contagien al sector y generen, además, un riesgo reputacional.

Oportunidades del mercado privado

Resusta pone el foco en el mercado secundario de private equity y su adaptación a vehículos semilíquidos, siendo capaz de ofrecer liquidez periódica a los inversores “en condiciones normales del mercado”. Según explica, esa adaptación se debe a que los periodos de tenencia son menores que los de primario, son capaces de generar mayor liquidez y proporcionar diversificación inmediata en el caso de los LP leds o multi-asset GP leds.

Destaca también el sector inmobiliario en el actual entorno de subidas de tipos, cuyo techo ya se atisba. Dentro del real estate, identifica tres segmentos con mayor potencial: logística, residencial y ciencias de la vida.

A nivel de infraestructuras, menciona las relacionadas con la digitalización y la transición energética más allá de las renovables tradicionales, destaca tendencias como la descarbonización del transporte o el almacenamiento energético.

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